Juan 10:33 ¿Dios o un dios?

Veamos cómo traducen Juan 10:33 varias versiones de la Biblia. Escribiré en negrita la parte del versículo que quiero destacar en esta entrada:

Reina-Valera revisión de 1960:
Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios.

Le respondieron los judíos: «No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por una blasfemia y porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios

Le contestaron
― No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por haber blasfemado, ya que tú, siendo un hombre como los demás, pretendes hacerte pasar por Dios.

Traducción en lenguaje actual:
—No queremos matarte por lo bueno que hayas hecho, sino por haber ofendido a Dios. Tú no eres más que un hombre, y dices que eres igual a Dios.

Nuevo Testamento, traducción por Pablo Besson, 3ª edición 1981:
Respondiéronle los judíos, diciendo: No es por obra buena que te apedreamos, sino por blasfemia, y porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo dios.

Los judíos le contestaron: “No por obra excelente te apedreamos, sino por blasfemia, sí, porque tú, aunque eres hombre, te haces a ti mismo un dios”.

Como habrán podido notar, hay diferencias en la manera de verter la última frase de este versículo entre estas Biblias. Y la forma en la que se traduzca este pasaje es importante. Muchos usuarios de traducciones como Reina-Valera, Biblia de Jerusalén, etc., que vierten la última frase como "te haces Dios" o de una manera similar, interpretan aquí que el hecho de que, supuestamente, los judíos acusen a Jesús de que se hace a sí mismo "Dios" (con mayúscula) prueba que este realmente enseñaba que él era el Dios Soberano. Es decir, usan Juan 10:33, traducido de esta manera, para enseñar que Jesús es Dios mismo.

Pero también habrán observado que Pablo Besson y la Traducción del Nuevo Mundo ofrecen una lectura diferente del final de este versículo. Así, traducen la palabra "dios" con minúscula, y la Traducción del Nuevo Mundo además añade el artículo indefinido "un" ante esta palabra.

Esto nos lleva a preguntarnos: ¿cuál es la traducción más exacta de esta frase?

Para responder a esta pregunta, examinemos el texto griego de Juan 10:33, tal y como lo ofrece El Nuevo Testamento Interlineal griego-español de Francisco Lacueva (Editorial Clie, Terrassa, 1984):



La palabra griega que en este versículo se traduce Dios, dios o un dios, según la versión, es θεόν, el caso acusativo singular masculino del sustantivo θεός (dios). Cuando el nombre θεός se refiere a Jehová Dios, la inmensa mayoría de las veces incluye el artículo griego ὁ, que da la combinación  θεός, literalmente "el dios"; de esta manera se determina a qué Dios se refiere. Sin embargo, en Juan 10:33 θεόν no incluye el artículo griego que le correspondería en caso acusativo, a saber: τὸν θεόν.

Se quiera reconocer o no, el hecho de que θεόν no lleve artículo en este lugar indica que esta palabra no se refiere al Dios Todopoderoso, sino que tiene un valor indefinido. Acerca de esta construcción gramatical, la obra Evangelio de Juan. Comentario para exégesis y traducción por Hugo Zorilla y Daniel Chiquete (Sociedades Bíblicas Unidas, Miami, 2008; págs. 334-5) hace el siguiente comentario:



Aunque este comentario admite que literalmente la frase dice "te haces a ti mismo un Dios", después revela cuál es la razón por la que la mayoría de las versiones traducen "Dios" sin artículo indefinido: sus propios prejuicios teológicos. Así, señala que la mayoría de las versiones no traducen literalmente θεόν por "un Dios" debido a que esta opción "está en contra del contexto y del pensamiento de Juan". Pero esta es una razón tendenciosamente teológica, no gramatical ni lingüística. Se pretende "corregir" al mismo evangelista para que este versículo apoye el dogma de la Trinidad, indicando que Jesús se hizo a sí mismo "Dios". Sin embargo, en ningún lugar de los evangelios Jesús dice de sí mismo "yo soy Dios". Más bien, aclara qué es lo que él había dicho en Juan 10:36 (RV60): «vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy».

Es realmente interesante que este comentario afirme que "hay quienes argumentan sobre la base del contexto y del texto que los judíos acusan a Jesús de pretender ser "un Dios" (como en 1.1)", es decir, está relacionando el significado de Juan 10:33 con el de Juan 1:1.

Pocos traductores han tenido el valor de traducir a lenguajes modernos lo que realmente dice Juan 10:33. Este comentario cita a la NEB (es decir, la New English Bible), pues esta versión traduce θεόν por "a god" (con minúscula), es decir, "un dios" en español. Asimismo, Pablo Besson y la Traducción del Nuevo Mundo vierten con exactitud este versículo.

También es muy interesante el comentario que hace a Juan 10:33 la obra Cuarto Evangelio. Cartas de Juan. Introducción y comentario por Juan José Bartolomé Lafuente (Editorial CCS [Central Catequística Salesiana], Madrid, 2002; pág. 261):



Como podemos observar en la nota 338, según este comentario católico, en Juan 10:33 la ausencia de artículo antes de la palabra θεόν le da valor adjetival. Un sentido equivalente aquí al indefinido "un dios", es decir, "un ser divino".

La verdad es que ni siquiera hay unanimidad entre los eruditos de confesión trinitaria sobre si Jesús pretendía igualarse a Dios o no. Incluso la Biblia de Jerusalén edición de 1998 y la de 2019 caen en una contradicción al explicar esta cuestión en sus notas. Por favor, lean la nota de esta versión a Marcos 2:5:



Habrán notado que en esta nota se enseña que la acusación de los judíos a Jesús de pretender igualarse a Dios es falsa, incluido el texto de Juan 10:31-36.

Y ahora comparen con la afirmación que hace la misma Biblia de Jerusalén en la nota a Juan 10:30:



Como pueden comprobar, en esta nota se indica que la afirmación de Jesús en Juan 10:30 es "indeterminada", es decir, que Jesús no se está haciendo igual a Dios. Y a continuación añade que ¡los judíos no se engañan cuando en ello ven la pretensión de ser Dios! Es decir, esta última frase contradice a la nota de Marcos 2:5 que mostramos arriba y, además, se llega a esa conclusión en contra de la gramática de Juan 10:33.

La tendenciosidad en este pasaje de la Biblia de Jerusalén, Reina-Valera, Biblia Traducción Interconfesional, Traducción en lenguaje actual y tantas otras versiones también se puede comprobar al analizar como traducen la misma palabra θεόν en otro lugar del Nuevo Testamento.

Examinemos para ello como vierte Hechos 28:6 el Nuevo Testamento Interlineal griego-español de Francisco Lacueva:



Como podrán notar, en Hechos 28:6 Lacueva vertió "un dios" la misma palabra griega, θεόν, que en Juan 10:33 tradujo "Dios", con mayúscula y sin artículo indefinido. ¿Fue consecuente con la gramática y la semántica Francisco Lacueva? ¿No se dejó arrastrar, más bien, por su propia teología previa a la hora de traducir Juan 10:33?

Pero el Nuevo Testamento Interlineal de Lacueva no ha sido el único en ser influido por la teología previa de traductores y/o editores al verter la palabra θεόν. Veamos cómo han traducido Hechos 28:6 las versiones que citamos arriba (énfasis mío):

Reina-Valera revisión de 1960:
Ellos estaban esperando que él se hinchase, o cayese muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de parecer y dijeron que era un dios.

Biblia de Jerusalén:
Ellos estaban esperando que se hincharía o que caería muerto de repente; pero después de esperar largo tiempo y viendo que no le ocurría nada anormal, cambiaron de parecer y empezaron a decir que era un dios

La Biblia. Traducción Interconfesional:
Esperaban los isleños que se hinchará la mano de Pablo o que cayera muerto de repente. Pero, después de un largo rato sin que nada le aconteciese, cambiaron de opinión y exclamaron:
¡Es un dios!

Traducción en lenguaje actual:
Todos esperaban que Pablo se hinchara, o que cayera muerto en cualquier momento, pero se cansaron de esperar, porque a Pablo no le pasó nada. Entonces cambiaron de idea y pensaron que Pablo era un dios.

Nuevo Testamento, traducción por Pablo Besson, 3ª edición 1981:
Y ellos estaban aguardando que él iba a ser hinchado, o que caería repentinamente muerto. Después de estar mucho tiempo en expectativa, y observando que nada extraño le vino, cambiando de parecer decían que él era un dios.

Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras revisión de 1987:
Pero ellos estaban esperando que se hincharía de inflamación o caería muerto de repente. Después que esperaron largo tiempo y contemplaron que no le acontecía nada perjudicial, mudaron de parecer y empezaron a decir que era un dios.

 ¿Cuáles son, entonces, las versiones que traducen consecuentemente el sustantivo θεός en este caso? ¿Y las que muestran tendenciosidad?

Lamentablemente, sea por ignorancia o por prejuicio religioso, hay quienes critican a la Traducción del Nuevo Mundo por usar el artículo indefinido en Juan 1:1 o 10:33, dado que el griego koiné no tiene artículo indeterminado; pero a estos críticos se les puede preguntar: ¿por qué lo usan otras versiones en Hechos 28:6 y otros muchos lugares?





Hechos 2:38 ¿Jesús Cristo o Jesucristo?

Un amable lector de este blog me ha hecho llegar la siguiente petición:
Shalom, ¿puede hacer un análisis de Hechos 2:38 sobre el nombre de Jesucristo o si es más correcto Jesús Cristo?

Con gusto voy a responder a esta cuestión. 

Comencemos viendo el texto griego del que se traduce este versículo en el Nuevo Testamento interlineal palabra por palabra (Sociedades Bíblicas Unidas, 2012):




Como podemos leer, las autoras del Nuevo Testamento interlineal palabra por palabra han vertido muy literalmente los dos sustantivos griegos en genitivo, Ἰησοῦ Χριστοῦ, por tres palabras españolas, a saber, de Jesús Cristo.

Sin embargo Francisco Lacueva, autor del Nuevo Testamento interlineal griego-español (Editorial Clie, Terrassa, 1984), tomó una decisión de traducción diferente. Veamos como vertió Hechos 2:38 esta obra:




Así, Lacueva tradujo las dos palabras griegas  Ἰησοῦ Χριστοῦ por dos castellanas: de Jesucristo. Notamos que unió los dos nombres griegos formando una sola palabra española, Jesucristo. Esta opción también es perfectamente correcta.

La Biblia del Oso de Casiodoro de Reina (Basilea, 1569) ofrece la siguiente lectura de este pasaje:




En este caso, Casiodoro de Reina vertió los dos sustantivos griegos por cuatro palabras castellanas: de Iesus el Christo. Como vemos, además de la preposición de, añadió el artículo determinado el, que tampoco se encuentra en griego en el Textus Receptus, del que se tradujo la Biblia del Oso.

La Biblia del Cántaro (Amsterdam, 1602), la revisión de la Biblia del Oso efectuada por Cipriano de Valera, vertió así este versículo:




Notamos que Cipriano de Valera eliminó el artículo determinado, el, y usó simplemente tres palabras: de Iesu Christo. Pero habrán observado que Valera tradujo de una manera diferente que Reina la palabra griega Ἰησοῦ; Reina usó la castellana Iesus, y Valera Iesu, sin s final. Esto indica que, aunque la Biblia del Cántaro no unió las palabras Iesu Christo en el texto impreso, al eliminar la s final de Iesu estaba facilitando la pronunciación de estas dos palabras como si se tratase de una sola. Este hecho nos permite visualizar cómo se fue introduciendo la palabra Jesucristo en la Biblia en castellano, por contracción de Jesús y Cristo.

Podemos concluir, entonces, que cualquiera de las tres opciones de traducción que nos ofrecen las versiones de la Biblia citadas arriba son correctas. 

Aunque, en mi humilde opinión, las que mejor transmiten de una manera sencilla y precisa el sentido de las palabras griegas en genitivo Ἰησοῦ Χριστοῦ en castellano son: de Jesucristo o de Jesús el Cristo.

Uso de corchetes en La Biblia de nuestro pueblo.

Estaba leyendo el capítulo seis del Evangelio según Marcos en una edición de La Biblia de nuestro pueblo que acaban de regalarme unos queridos amigos, cuando he notado que esta versión, a pesar de usar el método de equivalencia dinámica al traducir al español, incluye corchetes en el texto bíblico.

Aquí les muestro una foto del versículo en cuestión, Marcos 6:51:




Y no es el único lugar donde utiliza este recurso. Aquí tienen otro ejemplo, en este caso se trata de Gálatas 1:15:




Y hay otros muchos ejemplos. Una prueba más de lo extendido del uso de los corchetes para transmitir mejor el sentido de los textos bíblicos en prestigiosas traducciones de la Biblia.

Esta es la edición de la Biblia que estaba leyendo:




Hebreos 1:6 ¿Adorar o rendir homenaje?

Así traduce Hebreos 1:6 la versión de la Biblia llamada Reina-Valera revisión de 1960 (RV60).
Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles de Dios.

Por el contexto sabemos que el "Primogénito" del que se habla en este versículo es Jesucristo. Y como el texto de RV60 indica que se le debe adorar, los usuarios de esta versión afirman que aquí se enseña que Jesucristo es el mismo Dios. 

La palabra griega que se traduce "adórenle" es  proskyneō. La mayoría de las versiones de la Biblia al español también vierten aquí este verbo griego por "adorar". Pero, como pudimos comprobar en una entrada anterior, existen en español varias traducciones (tanto protestantes como católicas) que vierten en este pasaje el verbo proskyneō como "dar homenaje", "prosternarse" o "rendir pleitesía". De esta manera, no se podría usar este versículo para apoyar el dogma de la Trinidad ni el pentecostalismo unicitario.

Puesto que ambas opciones de traducción son correctas gramatical y semánticamente debemos analizar el contexto para conocer cuál es la que mejor transmite el sentido del texto. Tenemos, pues, que preguntarnos: ¿enseña Hebreos 1:6 que Jesucristo es Dios y que, por lo tanto, se le debe adorar?

Leamos, para comenzar, la explicación que da sobre este pasaje el Comentario Bíblico Mundo Hispano. Tomo 23. Hebreos, Santiago, 1 y 2 Pedro, Judas (Editorial Mundo Hispano, El Paso, 2005; pág. 39): 



Con respecto a Hebreos 1:6 esta obra llega a la siguiente conclusión:


Analicemos algunas afirmaciones que se hacen en esta obra. 

En primer lugar, se nos informa que Hebreos 1:6 es una cita de la Versión de los Setenta o Septuaginta (LXX), probablemente de Deuteronomio 32:43, aunque algunos autores afirman que se trata de una combinación de este versículo del Pentateuco con Salmo 97:7. Así lo hace, por ejemplo, la Biblia de Estudio Ryrie, editada por el profesor, teólogo y escritor evangélico Charles C. Ryrie (Editorial Portavoz, Grand Rapids, 1991; pág. 1720):




Veamos cómo vierte estos versículos desde la LXX al español la traducción académica La Biblia Griega. Septuaginta (Sígueme, Salamanca, 4 Tomos, 2008-2015). Primero leamos Deuteronomio 32:43:


Este versículo es distinto según se lea desde el Texto Masorético hebreo (TM) o la LXX; uno de los manuscritos hebreos de Qumrán (4QDeutq) apoya la lectura de LXX. Así muestra estas diferencias el libro La Biblia judia y la Biblia cristiana por Julio Trebolle Barrera (Editorial Trotta, Madrid, 1ª edición 1993; pág. 397):



Y así traduce La Biblia Griega. Septuaginta (LBG) el texto de Salmo 97:7 (numerado 96:7 en la versión griega):



Es muy interesante notar que tanto el doctor Julio Trebolle como LBG vierten el verbo griego proskyneō por postrarse en Deuteronomio 32:43 y LBG también en Salmo 97:7 (96:7 LXX).

Pablo no cita palabra por palabra el texto griego de Deuteronomio 32:43, sino que cambia la expresión "los hijos de Dios" por "los ángeles de Dios".

En la imagen que ofrecemos arriba del Comentario Bíblico Mundo Hispano (CMH) se explica que el autor de la carta a los Hebreos "interpreta las Escrituras de acuerdo con las reglas de interpretación de su día". Es esencial tener en cuenta este hecho para entender correctamente el pasaje.

En Hebreos, así como en otros libros del Nuevo Testamento, se utilizan métodos judíos de citar y comentar la Biblia hebrea. Ciertas interpretaciones toman una palabra o un pasaje separándolo de su contexto y de su sentido original y le atribuyen un significado que no corresponde a los principios actuales de la exégesis.

Por ejemplo, la parte final de Hebreos 1:5 que, según RV60, lee así:
y otra vez:
Yo seré a él Padre,
Y él me será a mí hijo?

Esta cita está tomada palabra por palabra de 2 Samuel 7:14 según LXX. Así vierte ese versículo LBG:



En su contexto original, este pasaje forma parte de la palabra de Jehová que el profeta Natán dijo al rey David sobre su descendencia, Salomón, quien edificaría el Templo en Jerusalén. En 2 Samuel 7:14 LXX se dice sobre esa descendencia que Dios reprendería su maldad con "vara de hombres y con golpes de hijos de hombres". Puesto que este versículo se aplica a Jesucristo en Hebreos 1:5 ¿deberíamos entender, entonces, que Jesús y Salomón son el mismo? ¿Que la maldad de Cristo puede hacer acto de presencia y ser reprendida? ¡Por supuesto que no! Pablo usó en este y en otros lugares un recurso exegético judío llamado pésher o "interpretación", que el doctor Julio Trebolle define así (pág. 509):



Así, Pablo cita en este primer capítulo de Hebreos varios textos del Antiguo Testamento fuera de su contexto y significado original, aplicándolos a su objetivo, en este caso, demostrar que Jesucristo es superior a los ángeles. Este uso de la Biblia hebrea era fácilmente aceptado y entendido en una comunidad de origen judío, a la que se dirige la carta. 

Por lo tanto, extraer la conclusión de que dado que en Hebreos 1:6 se cita de Deuteronomio 32:43 o Salmo 97:7, que originalmente se refieren a Jehová, se debe interpretar que Jesucristo es "Dios igualmente con el Padre", es tergiversar lo que Pablo quiso enseñar.

La Biblia debe ser interpretada de acuerdo a su contexto. Y en Hebreos 1:6 el contexto no apoya que Jesucristo sea Dios igualmente como su Padre y que deba ser adorado. Podrán hallar más información sobre esta cuestión en la entrada de este blog titulada: Hebreos 1:8 ¿Se llama Dios aquí a Jesús?

Podemos concluir entonces que, en el español actual, una traducción de proskyneō en Hebreos 1:6 por prosternarse o rendir homenaje es la que mejor transmite el sentido del pasaje.

Pueden hallar más información sobre el significado de la palabra española "adorar" y Hebreos 1:6 en la siguiente entrada de este blog:

Adorar: significado contextual de este verbo español en las revisiones de Reina-Valera y la Traducción del Nuevo Mundo


Adorar: significado contextual de este verbo español en las revisiones de Reina-Valera y la Traducción del Nuevo Mundo

¿Qué significa el verbo español adorar? La última edición digital del Diccionario de la lengua española (DLE) define así esta palabra:



Sin embargo, como veremos, este verbo ha ido cambiado el significado de su primera acepción a lo largo de los años.

Examinemos cómo lo usó Casiodoro de Reina en Mateo 18:26 en la Biblia del Oso, publicada en Basilea en 1569:



En este pasaje, la palabra española "adorábalo" (ortografía actualizada) está traducida del verbo griego προσκυνέω (proskyneō). En esta parábola del Evangelio según Mateo, Casiodoro de Reina usó el verbo adorar para referirse al gesto de reverencia y súplica de un siervo ante su rey. Por muchos años las sucesivas revisiones de la Biblia del Oso continuaron usando adorar en este versículo. Así, veamos como vierte Mateo 18:26 una edición de Reina-Valera publicada por las Sociedades Bíblicas Unidas en una fecha tan reciente como 1953:




Que esta postura del siervo ante su rey no implicaba "adorarlo" como a Dios, lo indica el hecho de que la revisión de Reina-Valera publicada en 1960 (RV60) sustituyó en este y otros pasajes el verbo adorar por suplicar o postrarse. Podemos comprobarlo leyendo Mateo 18:26 en RV60:



Este proceso de cambio en el significado de adorar también se puede apreciar al comparar la definición de esta palabra en varios diccionarios a lo largo de los años. Comencemos examinando las acepciones que ofrece de la palabra latina adorāre (de la que deriva la española adorar) el Diccionario por raíces del latín y de las voces derivadas del Dr. Santiago Segura Munguía (Universidad de Deusto, Bilbao, 2006), probablemente el mejor diccionario académico latín-castellano disponible:



Podemos notar en esta definición varias acepciones y significados contextuales. Por ejemplo suplicarmostrar respeto, o también la palabra española venerar que, según el DLE, significa:




Así definía el verbo español adorar el Diccionario de la lengua castellana por la Real Academia Española publicado en Madrid en 1726:



La primera acepción que presenta este diccionario es "reverenciar con sumo honor, ó venerar", un sentido que se adapta perfectamente al uso de adorar que hicieron Casiodoro de Reina y sus revisores en Mateo 18:26; 8:2; 9:18; 15:25; 20:20 y otros lugares de los evangelios.

Esta es la definición de adorar que ofreció la 12ª edición del Diccionario de la lengua castellana por la Real Academia Española, publicada en Madrid en 1884:




Y esta es la definición de adorar que ofrecía la 17ª edición del mismo
diccionario de la Real Academia Española, publicada también en Madrid en 1947:




No hace falta ser filólogo para notar que la primera acepción de adorar, que en el diccionario publicado en 1726 era "reverenciar con sumo honor, ó venerar", ha ido limitándose con el tiempo. Probablemente debido al uso popular de la palabra, ha ido modificándose el sentido de este vocablo desde la reverencia u honor que se podía dar a cualquier persona, a la reverencia veneración hacia un ser de "naturaleza divina" o "divino". Esto explica el uso que del verbo adorar hicieron Casiodoro de Reina, Cipriano de Valera y las antiguas revisiones de Reina-Valera en determinados contextos, en los que más tarde RV60 usó suplicar postrarse. Hemos podido comprobar arriba que hasta en una edición de Reina-Valera publicada en 1953 todavía se conservaba el significado antiguo de adorar.

Esta evolución en el significado popular del verbo adorar es muy probable que también sea la razón del cambio de este verbo por rendir homenaje en Hebreos 1:6, entre las ediciones de 1963 y 1967 y la de 1987 de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras. Es interesante señalar que esta última revisión aún conserva el verbo adorar como alternativa de traducción en una nota de este pasaje, obviamente con el sentido de "reverenciar con sumo honor, o venerar":





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