Juan 3:16 ¿Creer o demostrar fe?

Veamos cómo traducen Juan 3:16 varias versiones. Destacaré en negrita las palabras que vamos a analizar en esta entrada:

Reina-Valera revisión de 1960 (RV60):
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Nueva Biblia Española, edición popular de 1986 (NBE):
Porque así demostró Dios su amor al mundo, llegando a dar a su Hijo único, para que todo el que le preste adhesión tenga vida definitiva y ninguno perezca.

Nuevo Testamento traducido por Pablo Besson (1ª Edición 1919):
de tal manera pues amó Dios al mundo que dió a su hijo, al unigénito, para que todo el que confía en él no perezca, mas tenga vida eterna

Evangelios de Marcos, Mateo, Lucas y Juan con los Hechos de los Apóstoles y el Libro del Apocalipsis por Joan Francesc Mira (Edhasa, Barcelona, 2006):
Porque Dios amó al mundo de tal manera que le dio a su hijo único, a fin de que todos los que confían en él no desaparezcan sino que tengan una vida sin fin.

La Biblia. Traducción del Nuevo Mundo revisión del 2019 (TNM):
”Porque Dios amó tanto al mundo que entregó a su Hijo unigénito para que nadie que demuestre tener fe en él sea destruido, sino que tenga vida eterna.


Como podemos ver, hay diferencias entre estas traducciones acerca de lo que deben hacer los que quieren tener vida eterna.

La inmensa mayoría de las versiones de la Biblia al español vierte "que cree en él" como RV60. Pero, dado que vemos que algunas lo hacen de manera diferente, ¿cuál sería la traducción más exacta? A lo largo de este artículo trataremos de dar una respuesta objetiva a esta pregunta.

Veamos primero una traducción interlineal muy literal de las palabras que estudiamos:

Texto griego
ἵνα
πᾶς
πιστεύων
εἰς
αὐτὸν
Traducción interlineal
para que
todo
el
sigue creyendo /  sigue confiado
a
él






Analicemos la gramática de esta frase.

πιστεύων es el nominativo singular masculino participio presente activo del verbo πιστεύω (4100). Veamos cómo define este verbo el Diccionario griego-español de Miguel Balagué (Compañía Bibliográfica Española, S. A., Madrid, 7ª edición 1968):



Leamos también la definición del Diccionario griego-español del Nuevo Testamento de Inmaculada Delgado Jara (Universidad Pontificia de Salamanca, 2006). He destacado la gramática que rige en la frase de Juan 3:16 que estudiamos:



Recordemos que πιστεύων es un participio presente, es decir, comunica un aspecto imperfectivo, una acción que continúa en el tiempo. Es imposible hacer una traducción literal al español de esta forma verbal. En este caso, la traducción que se escoja debe transmitir el sentido de creer / confiar de una manera continuada a Jesús. Porque, como se explica en la definición ofrecida arriba por la doctora Inmaculada Delgado, cuando el verbo πιστεύω se usa con la preposición εἰς + acusativo se debe entender que se cree a alguien y no en alguien. Este es el caso en Juan 3:16, donde encontramos el sintagma πιστεύων εἰς αὐτὸν:
πιστεύων - participio presente activo
εἰς - preposición de acusativo
αὐτὸν - pronombre personal acusativo masculino singular

Así, lo que literalmente dice esta frase es que tenemos que seguir con confianza / creer de continuo a Jesucristo, no en Jesucristo. 

Nosotros, como hispanohablantes, lo tenemos fácil para comprender la diferencia entre estas dos posibilidades. En español no significa lo mismo creer a alguien que creer en alguien. Aplicando esta diferencia al caso de Juan 3:16, captamos que no es lo mismo creer en Jesús, que se podría entender como que alguien sabe que Cristo fue un maestro que realmente existió pero cuya enseñanza no le interesa seguir, que creer a Jesús, es decir, escuchar, creer y responder a su enseñanza poniéndola en práctica, que es la única manera de probar que estamos creyendo a alguien.

En este sentido, la obra Evangelio de Juan. Comentario para exégesis y traducción por Hugo Zorrilla y Daniel Chiquete (Sociedades Bíblicas Unidas, Miami, 2008; pág. 87) propone como opción de traducción de esta frase: "todo aquel que pone su confianza en el Hijo de Dios".

Es muy interesante, para comprender el significado de la frase de Juan 3:16, examinar el artículo La traducción de «creer» en el evangelio de Juan por Daniel Arichea (quien fuera consultor de traducciones de SBU) publicado en español en la revista Traducción de la Biblia (Sociedades Bíblicas Unidas, Vol. 8, número 2, II semestre 1998). Uno de los párrafos de este artículo, en la pág. 24, comenta lo siguiente:



Después de leer esta información, alguien podría preguntar: — “Si las cosas son como usted lo expone, ¿por qué la inmensa mayoría de las traducciones del Nuevo Testamento siguen ofreciendo la lectura "creer en él"?

La respuesta, en mi humilde opinión, es la misma que en tantas otras ocasiones: la presión teológica y mercadotécnica que se ejerce sobre las editoriales y los traductores de la Biblia. Hay formas de verter ciertos versículos que se han vuelto tradicionales, inamovibles, "canónicas", pues en ellas se sostienen muchas enseñanzas religiosas de la cristiandad. Por ejemplo, la doctrina de muchas iglesias evangélicas de la "salvación solo por fe" se apoya en la traducción tradicional de Juan 3:16: para salvarse solo hay que creer en Jesús, no hace falta hacer nada más. Si traducimos que hay que hacer algo, aunque sea confiar en él, adherirse a él o demostrar la fe, esta versión de la Biblia va a ser agriamente criticada y rechazada. Y las editoriales, incluidas las diferentes Sociedades Bíblicas, quieren que sus traducciones se vendan y se usen. Así son las cosas. Pocos son los que tienen el valor de traducir y publicar lo que realmente significa el texto griego de ciertos versículos.

Fíjense, además, en que ni siquiera traducciones por equivalencia funcional o dinámica, como por ejemplo la Traducción en lenguaje actual o la Nueva Traducción Viviente, se atreven a cambiar la lectura tradicional y "canónica" de este pasaje.

Y la cuestión es que incluso teológicamente tal traducción es engañosa. Sabemos que simplemente creer en Jesús no nos va a salvar. En Lucas 13:24 (RV60) Jesús enseñó lo siguiente: "Esforzaos a entrar por la puerta angosta". O Santiago 2:19, 20 (RV60), donde leemos que "los demonios creen, y tiemblan" y que "la fe sin obras es muerta".



La Traducción del Nuevo Mundo ha tenido la valentía de transmitir con fidelidad el significado del texto griego de Juan 3:16 sin importarle las críticas y la difamación que recibiría. La revisión del 1987 ofreció la lectura "el que ejerce fe" y la del 2019, menos literal, una frase aún más fácil de entender: "que demuestre tener fe".

La Nueva Biblia Española tradujo correctamente y con valor el significado de Juan 3:16, aunque luego Luis Alonso Schökel le enmendó la plana cuando publicó en 1993 la Biblia del Peregrino, que volvió a la lectura "canónica": "que quien crea no perezca". Pablo Besson también tradujo con acierto, pues a él nunca le importó lo que opinaran los demás si estaba seguro de algo. Y con respecto a Joan Francesc Mira, que asimismo ofrece una traducción fiel, podemos decir que es un académico independiente, que procuró hacer una versión literaria fácil de entender.

Para terminar, les animo a leer los siguientes artículos sobre la influencia de la teología y la mercadotecnia en la traducción de la Biblia: Tomando en serio la teología en la traducción por Daniel Arichea y Hacia una ética de liberación para la traducción bíblica por Esteban Voth.

¿Es el Hades un infierno de fuego y tortura eterna?

Hay muchos que creen que el infierno es un lugar de castigo para los pecadores, un lago de fuego, azufre y tortura eterna. Muchas traducciones de la Biblia usan esta palabra en el Nuevo Testamento (NT). Pero, ¿qué palabras en griego vierten así? ¿Será infierno la opción más adecuada?

Vamos a intentar responder a estas cuestiones a lo largo de esta y otras entradas.

Comencemos por la palabra hadēs (ᾅδης, 86). El Vocabulario griego del Nuevo Testamento (Ediciones Sígueme, Salamanca, 2011) define así esta palabra:




Esta palabra aparece en los siguientes lugares del NT:
Mt 11:23; 16:18; Lu 10:15; 16:23; Hch 2:27,31; Ap 1:18; 6:8; 20:13,14

Desde la traducción al latín publicada por Jerónimo en el siglo V, llamada Vulgata Latina (Vg), se empezó a traducir hadēs por infierno. Veamos Mateo 11:23 en la edición a dos columnas, latina y española, de la traducción de Vg de Felipe Scio de San Miguel (Madrid, 1815):





Pero hasta la versión de Scio tuvo que sucumbir al verdadero significado de hadēs en el NT, pues aunque Vg vierte infierno esta palabra griega, se tradujo por "sepulchro" en español en Hechos 2:27, 31, como podemos comprobar en las siguientes imágenes:






Y esta no es la única inconsistencia que se produce al verter hadēs por infierno. Se puede notar otra en la traducción de Apocalipsis 20:13, 14:




Esta traducción es, en mi humilde opinión, bastante absurda dado que leemos que el "infierno", que la doctrina tradicional católica ya suponía puro fuego, es arrojado al "estanque del fuego". Quizá por eso en la nota correspondiente el traductor explicó lo siguiente:




Las sucesivas revisiones de la tradición Reina-Valera también usaron infierno para traducir hadēs hasta la de 1960. Esta opción hizo bajar al infierno al rey David y a Jesucristo, como podemos leer en Hechos 2:27, 31, según vierte la Reina-Valera revisada en 1909 (énfasis mío):
27 Que no dejarás mi alma en el infierno, Ni darás á tu Santo que vea corrupción.
31 Viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fué dejada en el infierno, ni su carne vió corrupción.

Sin embargo, la Reina-Valera revisada en 1960 (RV60) cambió y tradujo "Hades" en vez de "infierno":
27 Porque no dejarás mi alma en el HadesNi permitirás que tu Santo vea corrupción.
31 viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción.

Es útil saber que RV60 ofrece en Mateo 11:23 la siguiente nota a la palabra "Hades":
Nombre griego del lugar de los muertos.


Lamentablemente, algunas traducciones recientes han vuelto a traducir hadēs por infierno en el NT, en mi humilde opinión para atraer a sus clientes objetivos, para los que es importante que la palabra infierno aparezca en las Biblias que usan, para dar apoyo a sus doctrinas.

Sin embargo, es imposible que hadēs se refiera a un lugar de tormento para los pecadores dado que, como hemos visto arriba, la Palabra de Dios dice en Hechos 2:27, 31 (RV60) que Jesucristo al morir estuvo en el hadēs hasta su resurrección. Ayuda a entender lo que significa hadēs saber donde dijo Jesús mismo que estaría durante su muerte en Mateo 12:40 (RV60) (énfasis mío):
Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.

Con "el corazón de la tierra" Jesús se refería al hadēs, a la Tumba, el lugar simbólico donde están todos los muertos. Ese es el significado de hadēs en el Nuevo Testamento.


Como se ha alargado bastante esta entrada, será en una próxima donde analizaremos la traducción de γέεννα (geenna) y ταρταρόω (tartaroō) en RV60 y otras versiones.

Pueden aprender más del "infierno" bíblico en la siguiente entrada de este blog:

¿Qué es el "infierno" bíblico?









¿Qué es el "infierno" bíblico?

La primera traducción de la Biblia que empleó la palabra "infierno" es la Vulgata (Vg) de Jerónimo, publicada en el siglo V después de Cristo. Esta obra tradujo desde el hebreo, el arameo y el griego al latín.

Veamos cómo define el Diccionario por raíces del latín y de las voces derivadas de Santiago Segura Munguía (Universidad de Deusto, Bilbao, 2006) las palabras latinas inferus, inferior e infernus (de la que deriva la española "infierno"):




Como podemos leer, estas palabras latinas se refieren primariamente a lo que está situado debajo. Lo podemos comprobar con nuestra palabra española inferior, que tiene la misma raíz, y que significa: "que está debajo de algo o más bajo que ello". Se las usó también para referirse al lugar de los muertos de las mitologías griega y romana.

Veamos cómo se usa la palabra infernus en Génesis 37:35, el primer lugar donde aparece la palabra Seol (número de Strong 7585) en la Biblia Hebrea. Así se traduce este versículo en varias versiones:

Biblia del Oso de Casiodoro de Reina (Basilea, 1569). He subrayado la frase que estudiamos en el texto principal y en una nota que ofrece esta versión:





Reina-Valera revisión de 1960 (RV60):
Y se levantaron todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; mas él no quiso recibir consuelo, y dijo: Descenderé enlutado a mi hijo hasta el Seol. Y lo lloró su padre.

RV60 ofrece aquí la siguiente nota a la palabra "Seol":

Nombre hebreo del lugar de los muertos.


La Biblia traducida de Vg al español por Felipe Scio de San Miguel (Madrid, 1807). He señalado las palabras que estudiamos:



Esta edición de la Biblia incluye dos columnas: una con el texto en latín de Vg y otro con una traducción literal al español. Como podemos leer, esta antigua traducción católica vierte la palabra latina infernum, de la que se deriva la española infierno, como "sepulcro", de manera muy semejante a como lo hacía la Biblia del Oso, que ofrecía la lectura "sepultura".



La Traducción del Nuevo Mundo revisión de 2019 vierte así Génesis 37:35:
Todos sus hijos y sus hijas trataban de consolarlo, pero él no se dejaba consolar. Más bien, decía: “¡Seguiré de duelo por mi hijo hasta que baje a la Tumba!”. Y el padre de José siguió llorando por él.

Esta versión ofrece aquí la siguiente nota a la palabra "Tumba":
O “Seol”. Es decir, el lugar simbólico donde descansan los muertos. Ver glosario.


Por último, veamos cómo ha vertido este versículo La Biblia griega - Septuaginta. I. Pentateuco (Ediciones Sígueme, Salamanca, 2008). Esta es una traducción al español desde el griego de la Versión de los Setenta o Septuaginta (LXX):




Como observamos, LXX vertió la palabra hebrea Seol por la palabra griega Hades (ᾅδης, 86) Es importante que conozcamos el significado de esta palabra griega. Para ello, veremos la definición de esta palabra de un diccionario académico como el Diccionario griego-español  (DGE) de Francisco Rodríguez Adrados (CSIC, Madrid, 2008). Este diccionario ofrece como acepciones de ᾅδης las siguientes:
- El dios Hades, hermano de Zeus y Posidón
- El Hades, región de los muertos, el otro mundo, a veces difícil de distinguir del dios Hades
- Fig. muerte

Entonces, ¿cuál creen que es el sentido que los traductores de LXX quisieron dar cuando vertieron con la palabra griega Hades la hebrea Seol? ¿Creen que pensaban que Jacob creía en la mitología griega y que esperaba bajar a la casa del dios Hades? ¿O simplemente se referían a la muerte, al reino de los muertos? 

Este último sentido de la palabra Hades es lingüísticamente correcto tanto en la LXX como en el Nuevo Testamento (NT). Así lo indica una de las acepciones de esta palabra ofrecida por el Diccionario griego-español del Nuevo Testamento. Análisis semántico de los vocablos. Fascículo1 (Ediciones El Almendro / Fundación Épsilon, Córdoba, 2000):



Como explica el Diccionario griego-español del Nuevo Testamento (DGENT), el Hades se podía referir a la morada de todos los que han muerto, y con este sentido se usó para traducir el Seol hebreo, y de ahí pasó a ser usado en el NT.

Entonces, el infierno de la Biblia no es el lugar de tortura eterna que enseñan muchas confesiones religiosas, sino la morada de todos los que han muerto, un lugar simbólico del que se puede salir, la muerte, el sepulcro. Veamos un ejemplos de esto, comparando como traducen Sl 30:3 Vg y RV60. En Vg este versículo está numerado como 29:4. Tomaré la cita de la versión de Scio de San Miguel con la columna en latín:



Y así lo vierte RV60:
Oh Jehová, hiciste subir mi alma del Seol; 
Me diste vida, para que no descendiese a la sepultura.


Como vemos, en forma poética se nos indica que Dios puede sacarnos del lugar que Jerónimo llama infierno. De hecho, hay un paralelismo sinónimo hebreo en Sl 30:3 entre los conceptos Seol y sepultura. Por lo tanto,el infierno de la Biblia no se refiere al lugar de tortura eterna que enseñan muchos, sino al lugar simbólico de todos los que han muerto.

En una próxima entrada veremos si es correcto el uso de la palabra "infierno" en muchas traducciones del Nuevo Testamento al español.

Entrada populares en la última semana