Proverbios 8:22 ¿Jehová "me poseía" o "me produjo"?

Si comparamos la manera de traducir Proverbios 8:22 entre varias versiones es muy posible que notemos alguna diferencia de sentido. Veamos algunos ejemplos. 

Tenemos, por un lado, las que vierten el versículo indicando que Dios poseía a la sabiduría en un principio, como por ejemplo:


La Biblia Vulgata Latina traducida al español por Felipe Scio de San Miguel (Valencia, 1792). En esta edición se imprimen en columnas paralelas la Vulgata Sixto-Clementina y la traducción española:





La Sagrada Biblia de la Vulgata Latina al español por Félix Torres Amat (Madrid, 1825):






Reina-Valera revisión de 1960 (SBU):

Jehová me poseía en el principio,
Ya de antiguo, antes de sus obras.

Sagrada Biblia Nácar-Colunga (BAC, Madrid, 1995):

Yavé me poseyó al principio de sus caminos, antes de sus obras, desde antiguo.

Antiguo Testamento Interlineal. Tomo III (Editorial Clie, Terrassa, 1997):

Yahweh me poseyó (al) principio de su camino antes de sus obras desde entonces.

La Biblia de las Américas (The Lockman Foundation, 1997)
El Señor me poseyó al principio de su camino, antes de sus obras de tiempos pasados.


Luego tenemos aquellas versiones que dan a entender que Dios produjo, creó, dio la vida o formó a la sabiduría, entre las que se encuentran:

Biblia de Ferrara (Edición de 1553):




En la imagen de arriba se puede leer, en un castellano muy antiguo:

.A. [YHWH] me crio principio de su carrera: antes de sus obras desde entonces

La Sagrada Escritura. Texto y comentario por profesores de la Compañía de Jesús. Tomo IV (BAC, Madrid, 1969):
Yahvé me formó primicias de su obrar desde muy antiguo, desde antes mismo que cosa alguna hiciera.

Dios Habla Hoy revisión de 1994 (SBU):

“El Señor me creó al principio de su obra, antes de que él comenzara a crearlo todo.

Biblia de Jerusalén (Desclée de Brouwer, Bilbao, 1998):

«Yahvé me creó, primicia de su actividad, antes de sus obras antiguas,

Nueva Versión Internacional (Sociedad Bíblica Internacional, 1999):

El SEÑOR me dio la vida como primicia de sus obras, mucho antes de sus obras de antaño.

Nueva Traducción Viviente (Tyndale House Foundation, 2010):

»El Señor me formó desde el comienzo, antes de crear cualquier otra cosa.

Sagr
ada Biblia versión oficial de la Conferencia Episcopal Española (BAC, Madrid, 2010):

El Señor me creó al principio de sus tareas, al comienzo de sus obras antiquísimas.

Traducción del Nuevo Mundo revisión del 1987 (Testigos Cristianos de Jehov
á):
Jehová mismo me produjo como el principio de su camino, el más temprano de sus logros de mucho tiempo atrás.


Aunq
ue esta evidente diferencia de significado pudiera parecer sin importancia doctrinal, en realidad sí la tiene.

En el libro de Prover
bios aparece la sabiduría personificada en una mujer que invita a la humanidad a que la escuche y se beneficie de recibir lo que ella le ofrece. Se la representa como si ella pudiera hablar y actuar.

Desde los primeros siglos de la cristiandad, muchos han entendido que en este pasaje la sabiduría representa simbólicamente al Hijo de Dios antes de venir a la tierra como ser humano. Con el tiempo, esta interpretación generó un conflicto. Dependiendo de cómo se traduzca Pr 8:22, se puede concluir que esta sabiduría siempre ha sido "poseída" por Dios o, por el contrario, fue "creada" o "formada" en un determinado momento, antes del resto de la creación.


Ahora bien, desde un punto de vista objetivo, ¿cuál es la mejor traducción al español de Pr 8:22? 
Veamos.

La palabra hebrea que se traduce poseer o producir, según las versiones, es la misma: qanah (nº de Strong: 7069)


El Diccionario de hebreo bíblico por Moisés Chávez (Editorial Mundo Hispano, El Paso, 3ª edición 1997) define así esta palabra:





La  obra La Sagrada Escritura. Texto y comentario (citada arriba) en su pág. 465, comenta lo siguiente acerca del significado de qanah en el contexto de Pr 8:22:



Asimismo, el Diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento exhaustivo (Editorial Caribe, 1999, 4ª impresión de 2001), en la pág. 77, 1ª columna del diccionario de palabras del Antiguo Testamento (editado por Merill F. Unger y William White), define así la palabra  hebrea qanah:



Veamos también cómo explica la mejor traducción de la palabra hebrea qanah el Diccionario Teológico Manual del Antiguo Testamento Tomo II por E. Jenni y C. Westermann (Eds.) (Ediciones Cristiandad, Madrid, 1985), columnas 827 y 828:



La primera traducción de las Escrituras Hebreas al griego, llamada Versión de los Setenta o Septuaginta (LXX), tradujo la palabra hebrea qanah por la griega ἔκτισέν, 3 sing. aor.1 ind. act. del verbo κτίζω, que el Diccionario griego-español del Nuevo Testamento de la Dra. Inmaculada Delgado Jara (Servicio de publicaciones de la Universidad Pontificia de Salamanca, Salamanca, 2006) define así:



El Diccionario del griego bíblico. Setenta y Nuevo Testamento por el Dr. Amador Ángel García Santos (Verbo Divino, Estella, 2ª edición 2016) explica así las diferentes acepciones de esta palabra:


Como vemos, este diccionario ofrece la siguiente traducción de Pr 8:22:

el Señor me hizo principio de sus caminos


La traducción de la Versión de los Setenta al español dirigida por doctores del CSIC y llamada La Biblia griega. Septuaginta III (Ediciones Sígueme, Salamanca, 2013) traduce así Pr 8:22:

El Señor me creó como principio de sus caminos hacia sus obras,


Comprobamos, entonces, que el significado de las palabras qanah y κτίζω en Pr 8:22, tanto en el Texto hebreo Masorético como en la Septuaginta es formar, producir, hacer, crear.

¿Cómo, entonces, llegó el verbo poseer a Pr 8:22? Debido a la teología de algunos traductores, que tergiversó el sentido original del texto.

Cuando Jerónimo tradujo la versión que llegaría a llamarse Vulgata Latina, desde finales del s. IV a comienzos del V, estaban produciéndose muchas controversias entre los seguidores de Arrio, quienes afirmaban que el Hijo de Dios había sido creado, y sus detractores, entre los que estaba Jerónimo, quienes defendían que este existía desde la eternidad, tal como Dios.

Veamos una nota a Pr 8:22 de la Biblia de Jerusalén edición de 1998 (citada arriba), en la que se explica cómo influyó la teología trinitaria de Jerónimo en su traducción de la Vulgata Latina:


Es decir, Jerónimo alteró conscientemente el significado del verbo hebreo, vertiéndolo en latín possedit me (me poseyó), para que Pr 8:22 no pudiera ser usado a favor de las enseñanzas arrianas.

Para ello pasó por alto que la LXX, las versiones siríacas y el Targum habían vertido el verbo qanah en Pr 8:22 por "me creó", y tomó la lectura de la versiones griegas de Áquila, Símaco y Teodoción, que es ἐκτήσατο, 3 sing. aor.1 ind. med. del verbo κτάομαι que, según el Diccionario del griego bíblico. Setenta y Nuevo Testamento (Verbo Divino, Estella, 2ª edición 2016) significa:
1. adquirir para sí, obtener, adquirir, procurarse, ganar, comprar [;] 2. en perf. tener por haber adquirido o comprado, poseer [,] en ppft. haber poseído

El significado primario del verbo griego κτάομαι, adquirir, hubiera sido contextualmente imposible hasta para Jerónimo pues ¿a quién hubiera podido adquirir o comprar Dios la sabiduría? De ahí que escogiese, totalmente fuera de contexto en Pr 8:22, el significado secundario: poseer.


Esa corrupción en la traducción se fue extendiendo a todas las versiones realizadas desde la Vulgata, como las de Scio de San Miguel o Torres Amat, así como a otras versiones antiguas como la King James o la Biblia del Oso de Casiodoro de Reina, muy influenciadas también por la traducción de Jerónimo.


Sin embargo, con el reciente aumento del conocimiento de los idiomas bíblicos se ha podido entender con exactitud el significado del verbo hebreo qanah en el contexto de Pr 8:22, de manera que incluso Biblias producidas por autores y editoriales de confesión trinitaria han dejado de traducirlo por "me poseyó". 


Tristemente aún hay versiones actuales que insisten en verterlo así, probablemente con el propósito de no cambiar la tradición religiosa de usuarios de versiones antiguas. Pero la realidad objetiva es que la traducción "me poseyó" en Pr 8:22 es académicamente insostenible.


En consecuencia, el Diccionario expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento exhaustivo, en su pág. 5, 2ª columna, comenta lo siguiente sobre el significado de qanah:




Es muy lamentable comprobar personalmente como personas que leen versiones como Reina-Valera revisión del 1960 y otras, son confundidas y alejadas de la verdad de la Palabra de Dios en pasajes como el que estamos examinando.


Objetivamente podemos afirmar que las traducciones más exactas de Pr 8:22 son las que leen "Jehová me produjo" o "me creó", como la Traducción del Nuevo Mundo, la Biblia de Jerusalén, la Nueva Traducción Viviente, etc., etc.

En una futura entrada, analizaremos con más detalle el contexto de Pr 8:22.





Hugues Oltramare explicando su traducción de Juan 1:1

Ya habíamos publicado en este blog un artículo sobre la figura de Hugues Oltramare. En este, habíamos visto un poco de su biografía y pensamiento. 

Sabemos que publicó en 1872 una traducción del Nuevo Testamento al francés utilizando como base el texto griego maestro de Tischendorf, aunque con notas a pie de página con las principales lecturas alternativas que ofrecía el Textus Receptus. En esta traducción, vertió así al francés el texto de Juan 1:1:



Así, vemos que tradujo la última parte de este versículo como "la Parole était dieu", que en español se leería "la Palabra era dios". 

Quizá podríamos preguntarnos: ¿Qué sentido quería transmitir Oltramare al colocar la segunda palabra dios en minúscula?

Pues bien, en este artículo veremos otro fragmento de la obra de Hugues Oltramare publicada en 1845, cuando solo era un joven pastor de la Iglesia Reformada Suiza en Ginebra (desde 1845), en el que explica el sentido de Juan 1:1. Esta obra, titulada Instruction Évangélique Sur Trois Questions: Qui Est Jésus-Christ? Qu'est-il Venu Faire? Que Faire Pour Être Sauvé? (París y Ginebra, 1845), en su pág. 27 comenta lo siguiente:



Esta es la traducción al español:
1  Juan 1:1 Al principio era la Palabra, la Palabra estaba junto a Dios y la Palabra era Dios. ― Cuando se lee así en francés, parece que la segunda palabra Dios es la misma que la primera; entonces, se dice: Vean, está escrito que la Palabra es Dios mismo. Y ahí está el error, ya que no es así en el original griego. El artículo griego, que falta en la segunda palabra Dios, nos indica que se trata de un nombre genérico y no de un nombre de individuo. Esto se indica mediante una minúscula de esta manera: Y la Palabra era dios. Y he aquí el sentido: Al principio, es decir, en el origen mismo de las cosas, existía la Palabra, ella estaba junto a Dios, el verdadero Dios, Jehová, ― en consecuencia, era distinto de Dios, Jehová, ― y la Palabra era dios, es decir, un Dios, un Ser Divino. Es en el mismo sentido, aunque en un grado inferior, como la Escritura llama a jueces (Éxodo 21:6; 1 Samuel 2:25; Salmo 82:6), a Moisés (Éxodo 4:16; 7:1), a los ángeles (Salmo 8:6; Génesis 31:11-13, etc.). Hemos visto que era en ese mismo sentido que Jesús no había rechazado ser calificado de Dios. Juan 10:22-40 (ver § 9, III). Así que este pasaje, lejos de contradecir lo que hemos enseñado hasta aquí es, al contrario, una confirmación.

¿A qué se refiere Oltramare con la referencia § 9, III en este comentario? Es otra parte de este mismo libro. Se encuentra en la pág. 18 y tampoco tiene desperdicio. En esta entrada solo voy a traducir un párrafo de esta sección, pero les animo encarecidamente a que, si conocen algo de francés, puedan leerla toda.



Esta sería la traducción:
III. Jesús-Cristo no fue dado jamás para ser el verdadero Dios, Jehová, el Padre; el siempre declaró, al contrario, que era el Hijo de Dios, el Hijo. Si no rechazó la designación de Dios, el no permitió que se la dieran sino en el sentido que se ha dado a otras personas, a saber, en el de un Dios, un ser divino. En efecto: 

A continuación de este párrafo, Oltramare pasa a comentar Juan 10:22-40, donde Jesús explica que la Escritura llama "dioses" a los jueces en Salmo 82:6.

Aún me impacta, cada vez que leo esta obra, como Oltramare, siendo un pastor evangélico de 31 años, ministrando a una iglesia en Ginebra, tuvo el valor de escribirla. ¡Y luego que se la publicaran! Oltramare amaba el nombre del único Dios verdadero, Jehová, como revela el gran número de veces que usa ese nombre.

Para mí es una prueba clara de que a lo largo de los siglos, siempre hubo personas valientes que defendieron con valor la Palabra de Dios y denunciaron las enseñanzas falsas de las iglesias. 

En otra ocasión espero poder compartir con ustedes otro fragmento de este extraordinario trabajo de Hugues Oltramare.



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