Apocalipsis 1:11 Otra inserción espuria de la Reina-Valera revisión del 1960

Veamos cómo vierte Apocalipsis 1:11 la Reina-Valera revisión del 1960 (RV60). Destacaré en negrita la frase que nos interesa:
que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.
Muchos lectores de esta versión relacionan las palabras "Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último" de este versículo con las que hallamos en Apocalipsis 1:8, donde Jehová, el Dios Todopoderoso, dice de sí mismo: "Yo soy el Alfa y la Omega, principio y  fin". De esta manera concluyen que Apocalipsis 1:11 prueba que Jesucristo es el Dios Todopoderoso mismo, apoyando así la teología trinitaria o la unicitaria. 

Ahora bien, la inmensa mayoría de las traducciones de la Biblia no traen en Apocalipsis 1:11 las palabras "Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último". Por ejemplo, no las traen la Nueva Biblia de las Américas, ni la Nueva Versión Internacional, ni la Biblia de Jerusalén ni la Traducción del Nuevo Mundo, entre muchísimas otras. Entonces, ¿de dónde ha sacado estas palabras la RV60?

La RV60 las ha sacado de su base textual, que es alguna de las decenas de diferentes ediciones del texto griego del Nuevo Testamento llamadas genéricamente Textus Receptus o Texto Recibido. En general, llamamos Texto Recibido (TR) a una edición producida cotejando los manuscritos griegos del Nuevo Testamento que estaban disponibles para los académicos a principios del siglo XVI y cuya primera edición se publicó en 1516
 por el monje católico Erasmo de Róterdam y que este dedicó al papa León X, quien le había concedido la aprobación para su impresión, publicación y distribución. Para producir esta edición Erasmo solo contaba con 7 manuscritos griegos tardíos. Solo en uno de estos, del siglo XII, estaba copiado el libro de Apocalipsis (con la excepción de 22:16-21). Este manuscrito, numerado en la actualidad como el minúsculo 2814, incluía las palabras "Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último". Por este motivo la edición de Erasmo las incluye. Y como la RV60 se basa en el TR de una manera acrítica también las trae.

Veamos una foto del Novum Instrumentum, es decir, la edición crítica o académica del Nuevo Testamento en griego y latín publicada por el monje Erasmo de Róterdam en 1516. He resaltado la frase que analizamos:
 


Sin embargo, otras ediciones del Nuevo Testamento griego de la época no incluían estas palabras pues se basaban en manuscritos más antiguos y fieles.

Podemos comprobarlo en esta imagen de Apocalipsis 1:11 de la Biblia Políglota Complutense, obra puesta en circulación en 1521/1522:



Como podemos observar, las palabras que analizamos no se encuentran en la Políglota Complutense.


Igualmente, leamos este pasaje en la Biblia Políglota Regia, publicada en 1572:



Como vemos, tampoco están en el texto griego de la Políglota Regia.


La razón es que solo una parte de los manuscritos griegos llamados "bizantinos" incluyen las palabras que estamos examinando. Confirma la nula validez de estos testigos el hecho de que la edición del texto griego bizantino compilada por Maurice A. RobinsonWilliam G. Pierpont no trae en Apocalipsis 1:11 las palabras "Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último". Podemos comprobarlo en una foto de este pasaje en el Nuevo Testamento interlineal Hernández-Ardura (Editorial Patmos, Miami, 2018), que se basa en este texto griego bizantino:




Probablemente la frase "Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último" fue añadida por copistas de teología trinitaria para tratar de apoyar sus dogmas eclesiales. Por lo tanto, no tiene valor textual, es espuria, razón por la cual la inmensa mayoría de las versiones
 de la Biblia no la traen, incluidas algunas antiguas.

Por ejemplo, no trae en su texto principal esta frase espuria la versión de Felipe Scio de San Miguel (3ª Edición, Tomo IV del Nuevo Testamento, Madrid, 1816) que traduce así Apocalipsis 1:11 desde el latín de la Vulgata:





Lo mismo la Sagrada Biblia traducida de la Vulgata al español y publicada por Félix Torres Amat (Tomo II del Nuevo Testamento, Madrid, 1823) que vierte así Apocalipsis 1:11








Tampoco la Versión Moderna de H. B. Pratt (Sociedad Bíblica Americana, Nueva York, 1893):



Igualmente El Nuevo Testamento, versión de Pablo Besson (Buenos Aires, 1919):





O la Nácar-Colunga (BAC, Madrid, 1ª edición 1944):




De hecho, en español estas palabras solo las traen en su texto principal en la actualidad las Biblias de la familia Reina-Valera, con las excepciones de la Reina-Valera Contemporánea y la Reina-Valera Actualizada que no las incluyen o la Reina-Valera revisión del 1977 (¡llamada ahora Reina-Valera Revisada!) que las coloca entre corchetes. Para ser exhaustivos, también las trae la traducción llamada Biblia del Jubileo, producida por el misionero norteamericano Martin Stendal.





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