Juan 1:1, la "regla de Colwell" y la gramática griega

¿Qué enseña la gramática griega sobre la mejor traducción de Juan 1:1? A lo largo de este artículo trataremos de dar una respuesta objetiva a esa pregunta. 

Usaremos como elemento principal de este escrito la obra de Daniel B. WallaceDaniel S. Steffen titulada Gramática griega: sintaxis del Nuevo Testamento. Segunda edición con apéndice (Editorial Vida, Miami, 2015), concretamente su capítulo tercero, bajo el subtítulo "IV. La regla de Colwell".

Antes de nada explicaremos qué es eso de la "regla de Colwell". El Dr. Ernest Cadman Colwell, un profesor norteamericano (1901-1974), publicó en 1933 un artículo titulado "A Definitive Rule for the Use of the Article in the Greek New Testament" (en español: Una regla definitiva para el uso del artículo en el Nuevo Testamento griego), en una revista académica llamada The Journal of Biblical Literature (Vol. 52, No. 1 [abril de 1933], pags. 12-21).

Básicamente, en ese artículo él formuló la siguiente "regla" gramatical (traducido al español): 
Un predicado nominal definido tiene el artículo cuando sigue al verbo; no tiene el artículo cuando precede al verbo [.] Un predicado nominal que precede al verbo no puede ser traducido como nombre indefinido o ‘cualitativo’ solamente debido a la ausencia del artículo; si el contexto sugiere que el predicado es definido, debe traducirse como nombre definido a pesar de la ausencia del artículo.

Desde que Colwell publicó este artículo, hace más de 90 años, muchos han usado su "regla" (¡y la siguen usando en la actualidad!) para apoyar la traducción de Juan 1:1 como "la Palabra era Dios" y para sostener que traducir "la Palabra era un dios [o divina]" no es gramaticalmente correcto. Para ello, como veremos abajo, se suele enseñar mal, como dando a entender que todos los predicados nominales sin artículo que preceden al verbo son definidos, lo cual es falso.

Hago aquí un inciso para comentar que incluso profesores y pastores fundamentalistas, absolutamente contrarios a aceptar las ideas y opiniones de profesores evangélicos "liberales" (teológicamente hablando) no tienen reparos en citar la "regla de Colwell" para apoyar su propia interpretación de Juan 1:1. Pasan por alto que el Dr. E. C. Colwell, helenista y paleógrafo, fue profesor y presidente de la Facultad de Teología de la Universidad de Chicago (un seminario que apoyó el protestantismo "liberal") y un importante académico de crítica textual en el s. XX, defensor del texto griego crítico o científico del Nuevo Testamento (NT). 

Una vez aclarado este punto, podemos continuar con el análisis de la "regla de Colwell" que efectúa la Gramática griega: sintaxis del Nuevo Testamento de Wallace y Steffen (a partir de aquí abreviada GSNT).

Primero, GSNT explica en qué consiste esta "regla":



A continuación, GSNT señala que muchos han entendido mal la "regla de Colwell":



Es muy interesante la aclaración que se hace aquí, a saber: que el cumplimiento de la "regla de Colwell" de que el predicado nominal sin artículo es definido cuando va antes del verbo copulativo, depende de que el contexto lo requiera. Recordemos también que esta aclaración ya la hizo de manera pormenorizada un artículo de la revista La Atalaya (en español) del 15 de mayo de 1976, págs. 318-320 (publicada por los Testigos de Jehová).

Durante décadas muchos han esgrimido esta "regla" como si se tratase de una norma inapelable, cuando eso no es verdad. Insisto en el punto: Colwell explicó con claridad en su artículo que la aplicación de su "regla" dependía del contexto.

A continuación, GSNT declara que la "regla de Colwell" estaba equivocada en su planteamiento: 


Resumiendo: para GSNT la única aplicación aceptable de esta "regla" es que un predicado nominal que precede a un verbo copulativo normalmente no tiene artículo y puede ser cualitativo, definido o indefinido, dependiendo del contexto.

A continuación, pasa a poner ejemplos de los tres posibles casos citados:


GSNT ofrece aquí ejemplos en los que, supuestamente, un predicado nominal sin artículo que está antes del verbo copulativo se hace definido aunque no lleve artículo. 

En estos casos, como he mencionado antes, es muy importante el contexto y la interpretación que se haga del pasaje

Por ejemplo, GSNT cita Hebreos 1:10 como un caso de predicado nominal griego sin artículo, ἔργα (lit. obras), que se convierte en definido, e incluso en la traducción al español que ofrece de este versículo le coloca un artículo determinado: "las obras".

Sin embargo, un gran número de versiones de la Biblia al español traducen la palabra ἔργα en este contexto sin artículo, como indefinida. Podemos citar, entre muchos otros, los siguientes ejemplos (énfasis mío):

Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos.

Y: Tú, Señor, en el principio pusiste los cimientos de la tierra, y los cielos son obra de tus manos;

Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos.

La realidad es que, sea que se use o no el artículo determinado con la palabra "obras", el contexto indica con claridad el significado indefinido, es decir, que los cielos son una obra de Dios, pero no la totalidad de "las obras" de Dios.


Podemos comprobar, entonces, la enorme importancia del contexto a la hora de aplicar la "regla de Colwell".

Sigamos con los ejemplos ofrecidos por GSNT:


En los ejemplos de arriba, los predicados nominales sin artículo supuestamente son cualitativos, es decir, indican una cualidad o la naturaleza del sujeto.



En este último caso posible, los predicados nominales se consideran indefinidos. GSNT indica que esta posibilidad es muy rara. ¿Muy rara? Aunque ha citado 9 ejemplos, yo podría añadir alguno más, como Marcos 6:49; 11:32; Juan 8:44; 9:17; 10:1, 13 y 33. Además, el Dr. D. A. Carson en su libro Falacias Exegéticas (pág. 89), escribió lo siguiente sobre este punto:



Es muy interesante comprobar que un profesor evangélico como D. A. Carson, que afirma creer en la Trinidad y la enseña, admita que los nombres anartros (sin artículo) que preceden al verbo copulativo tienen estadísticamente las mismas posibilidades de ser definidos o indefinidos.

Podemos concluir entonces que GSNT es, como mínimo, muy exagerada al señalar que los predicados nominales indefinidos son "muy raros". La realidad objetiva es que esa opción es perfectamente posible y es el contexto el que indica si es indefinido. 

Respecto a la afirmación de que "los ejemplos [indefinidos] pueden ser cualitativos", podemos responder que no es así en todos los casos, y que también se podrían traducir correctamente como indefinidos algunos casos considerados cualitativos arriba. La diferencia de significado entre un predicado nominal cualitativo y otro indefinido es, en ciertos casos, apenas perceptible o inexistente. Veamos como ejemplo uno de los textos ofrecidos arriba como predicado nominal cualitativo (énfasis mío):

Marcos 14:70 (RV60):
Verdaderamente tú eres de ellos; porque eres galileo [Γαλιλαῖος εἶ]
¿Cuál es la diferencia de sentido en este contexto entre decir "eres galileo" o "eres un galileo"?

Y lo mismo se puede decir de Lucas 22:59; 23:6; Juan 9:28, etc., etc.

Continuemos con nuestro tema. GSNT pasa entonces a aplicar estas opciones posibles al ejemplo concreto de Juan 1:1, para analizar cual sería la opción correcta en este caso:


Comienza con la opción de que el predicado nominal θεὸς sea indefinido:


Obviamente, para GSNT el predicado nominal no es indefinido en este caso. No obstante, es digno de reconocer que de una manera razonable hayan usado la expresión "es lo menos probable", admitiendo así tácitamente que esta opción es gramaticalmente posible. 

Pero, ¿han notado los argumentos que se emplean para justificar esa opinión? 

1º) GSNT explica que "en el contexto, “la palabra (el verbo)”, ya existía en el principio". Pero este es un argumento teológico, no gramatical ni lingüístico. 

La expresión griega Ἐν ἀρχῇ, que RV60 traduce "En el principio", se repite con varios significados contextuales 4 veces en el NT (Jn 1:1, 2; Hch 11:15 y Flp 4:15y unas 29 en la Septuaginta o Versión de los Setenta (p. ej. Pr 8:23). En Juan 1:1 probablemente se refiere al principio de la creación de los cielos y la tierra (Gé 1:1). Pero que la Palabra ya existiera "En el principio" no implica necesariamente que no hubiese podido ser creada por Dios. La Biblia llama a la Palabra (Jesucristo) "el principio de la creación de Dios" (Ap 3:14 RV60) y enseña que los cielos y la tierra fueron creados "por medio de él" (Col 1:16 RV60).

2º) Se argumenta también que "Juan declara abiertamente su fe en la divinidad de Jesús", y se citan unos textos. Sin entrar a valorar estos, se trata de un argumento puramente teológico, subjetivo. Para los autores de GSNT θεὸς no puede ser indefinido en Juan 1:1 porque, según ellos interpretan el evangelio de Juan, Jesús es Dios. Un argumento que me recuerda al que empleó el Dr. Charles Harold Dodd en un artículo publicado en Technical Papers for The Bible Translator (Vol. 28, No. 1, enero 1977; págs. 101-116), donde escribió (pág. 101):
Si traducir fuera un asunto de sustituir palabras, una traducción posible de θεὸς ἦν ὁ λόγος sería La Palabra era un dios. Es una traducción palabra-por-palabra que no se puede criticar, y a los griegos paganos que escuchaban este antiguo lenguaje cristiano θεὸς ἦν ὁ λόγος les podría haber parecido una declaración perfectamente razonable, en ese sentido.

Luego, Dodd añadió sus motivos para no hacerlo así (pág. 102):
La razón que la hace inaceptable es que va contra toda la corriente del pensamiento juanino [es decir, de Juan el evangelista] y, por supuesto, del pensamiento cristiano en su totalidad.

Sin embargo, el NT de la versión de la Biblia en inglés llamada New English Bible, cuyo equipo de traducción dirigió el Dr. Charles Harold Dodd, tampoco ofreció la traducción tradicional de Juan 1:1c, sino la siguiente:
and what God was, the Word was
[y lo que Dios era, la Palabra era]



En la foto de arriba vemos a miembros del panel de traductores del NT de la New English Bible trabajando bajo la dirección de C. H. Dodd

Así, podemos constatar que, tanto para GSNT como para C. H. Dodd (y para muchos otros), el argumento para afirmar que no se debe entender el predicado nominal θεὸς como indefinido es teológico, no gramatical ni lingüístico.

No obstante, otros académicos bíblicos y traductores, aun formando parte de confesiones religiosas que creen en la Trinidad, ofrecen traducciones de Juan 1:1 en las que consideran indefinido el predicado nominal θεὸς. Les animo a que vean las entradas de este blog tituladas: Juan 1:1 y la erudición católica, Juan 1:1 y la erudición evangélica o protestanteJuan 1:1 en algunas versiones anteriores a la Traducción del Nuevo Mundo y Juan 1:1 en copto, con imágenes de su traducción al inglés.

GSNT continúa explicando:


Constatamos que para GSNT en Juan 1:1 se declara que "la palabra era divina" y no "la palabra era (el) Dios". 

Yo pregunto: Si la gramática griega muestra que ese es el significado que Juan quería transmitir, ¿por qué no se traduce así en las Biblias actuales? ¿Acaso se puede distinguir en la traducción tradicional de Juan 1:1 que la primera vez que aparece la palabra Dios se refiere al Padre y la segunda vez se refiere a la naturaleza divina, si en ambas ocasiones se vierte por el mismo título: Dios? ¿Por qué confundir a los millones de lectores de la Biblia que no son conscientes de estos sutiles pero trascendentales matices gramaticales? 

GSNT continúa su análisis gramatical:



GSNT concluye aquí que "es mejor gramatical y teológicamente tomar el segundo uso de Dios como cualitativo en vez de definido". 

Según este análisis gramatical, para trasvasar al español el verdadero significado de Juan 1:1 se debería traducir "La Palabra era de esencia divina", con el sentido de que la Palabra tenía los mismos atributos y cualidades que "el Dios" Padre tiene. 

Bíblicamente, la Palabra solo podría ser "de esencia divina" de la manera que señala Hebreos 1:3, siendo la imagen (RV60) o la fiel representación (RV77) de la ὑπόστασις (hypostasis: el ser, la naturaleza) de Dios. El significado sería, pues, idéntico a la forma "la Palabra era de naturaleza divina".

Mencionemos que en la edición original en inglés de esta gramática, titulada Greek Grammar Beyond the Basics: An Exegetical Syntax of the New Testament por Daniel B. Wallace (Zondervan, Gran Rapids, 1996), en su pág. 269, el autor comenta que traducir Juan 1:1c con la palabra "divina" ("la Palabra era divina") sería engañoso en una traducción al inglés, dado que la palabra divino/divina se usa en ese idioma para referirse a ángeles, teólogos y ¡hasta la comida! 

Sin embargo, si este argumento se aplicara consecuentemente con todas las palabras que usan las traducciones de la Biblia al inglés, habría que dejar de emplear muchas de ellas. Por ejemplo, la palabra "grace" (gracia), que en inglés actual también significa "cortesía", "elegancia", "agrado", "suerte", "humor", etc.

Detrás de este comentario se puede notar el interés del  Dr. Wallace en defender una traducción de Juan 1:1 que apoye claramente que Jesucristo es Dios. Esto también se percibe en una nota al pie que incluye en esa misma página (cursivas del autor):
Aunque creo que θεὸς en 1:1c es cualitativo, pienso que la traducción más simple y sencilla es "y la Palabra era Dios". Puede ser mejor para afirmar claramente que el NT enseña la deidad de Cristo y luego explicar que él no es el Padre, que sonar ambiguo en su deidad y explicar que él es Dios, pero no es el Padre.

Comprobamos que el Dr. Wallace no desea que la deidad de Cristo suene ambigua en Juan 1:1c, lo que según él ocurriría si se trasvasase con exactitud al inglés (o al español) el significado que tiene en griego este versículo. 

En mi opinión, queda muy claro que para él la defensa de una determinada doctrina teológica es más importante que ofrecer a los lectores de la Biblia una traducción fidedigna desde el griego.

Otras prestigiosas (y también confesionales) obras de gramática griega coinciden con la conclusión de GSNT, en lo que se refiere a que θεὸς tiene en Juan 1:1c un valor cualitativo

Por ejemplo, la obra El griego del Nuevo Testamento, por Max Zerwick (Editorial Verbo Divino, Estella, 2006), en su pág. 83 explica lo siguiente:




Este mismo autor produjo otro libro, junto a Mary Grosvenor, titulado Análisis Gramatical del Griego del Nuevo Testamento (Editorial Verbo Divino, Estella, 2008). En su pág. 339 ofrece la siguiente traducción y nota a la última frase de Juan 1:1:




También la obra Curso avanzado del griego del Nuevo Testamento por Flaminio Poggi (Editorial Verbo Divino, Estella, 2011; pág. 89) explica lo siguiente sobre la ausencia del artículo en el griego bíblico:



Luego, comenta sobre el significado del predicado nominal sin artículo en Juan 1:1:



Habría mucho que escribir sobre si implica o no indeterminación la "ausencia de determinación" en Juan 1:1c o acerca de lo que significa que la Palabra (Jesucristo) tenga la naturaleza divina. Pero no es este el momento ni el lugar para hacerlo.

Entonces, continuando con el tema, se podría concluir que según el análisis gramatical de Juan 1:1 efectuado por Daniel B. WallaceDaniel S. SteffenMax ZerwickMary GrosvenorFlaminio Poggi, el sentido que transmite en español la traducción "La Palabra era Dios" es engañoso. Es decir, la inmensa mayoría de lectores de la Biblia, cuando leen "El Verbo [o La Palabra] era Dios" están entendiendo lo que esta construcción significa en español: que el Verbo y Dios son el mismo, y estamos comprobando gramaticalmente que eso no es lo que quería enseñar Juan el evangelista.

¿Por qué no se corrige este error de traducción que se viene repitiendo en miles de versiones bíblicas desde hace cientos de años? 

Para mí, la respuesta está muy clara, y se ve también en la nota de Daniel B. Wallace: no se corrige por la presión de la tradición religiosa. En esta, como en tantísimas ocasiones, la fuerza de la tradición y la defensa de una determinada doctrina teológica es mucho mayor que el empeño por traducir con exactitud la Biblia. Relativamente pocos han sido los traductores que han tenido el valor para enfrentarse a esa presión. 

Después de ver, por ejemplo, la reacción que ha habido en el campo evangélico hispanohablante al intentar introducir versiones de la Biblia con una traducción más entendible y exacta, con una base textual más refinada y fiel... ¿Cuál ha sido la respuesta de la mayoría de iglesias, pastores, ministerios, etc., en Hispanoamérica y en España? ¿Se imaginan que se publicara una revisión de Reina-Valera que tradujera "El Verbo era divino [o: de esencia divina]"? ¿Cuál creen que sería la reacción? No es difícil de imaginar, ¿verdad?

El analizar gramaticalmente el griego de Juan 1:1 ha reforzado en mí la convicción de que la Traducción del Nuevo Mundo, no solo es fiel y exacta, sino también valiente, al no corromper el sentido de la traducción de Juan 1:1, aunque ello conlleve el desprecio de aquellos que valoran más las tradiciones religiosas que la verdad de la Palabra de Dios.


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