¿Cómo llegó la transliteración Yahvé al español?

En español, la transliteración o transcripción Iahvé se comenzó a usar en publicaciones seglares en el último cuarto del siglo XIX. La más antigua que he podido localizar es una traducción al español, efectuada por Francisco María Rivero, del Tomo IV de la obra del historiador alemán Máximo Duncker titulada Historia de la Antigüedad, publicada en Madrid en 1877. Este sería uno de los fragmentos de esta obra, en su pág. 161:




En este fragmento de Génesis se usan dos formas de verter el Tetragrámaton: Ieová Iahvé, aunque en el resto de la traducción de la obra de Duncker al español se usa Iahvé. Es muy interesante saber que la obra original en alemán usa Jehova para referirse al Dios de Israel, y la traducción al inglés Jehovah.

¿Por qué se usó Iahvé en la traducción española? Mi opinión es que esta forma del nombre de Dios se empezó a usar en castellano con el objetivo de dar una apariencia "académica", racionalista, en oposición a Jehová, que era la forma usada en obras "religiosas".

Apoya esta conclusión que Iahvé comience a ser usado en español a finales del siglo XIX en revistas ilustradas o racionalistas de la época, tales como Revista cubana, La Ilustración ibérica, Ensayos y revistas o La España moderna.

La primera obra académica bíblica en español en la que he encontrado la forma Iahvé es un trabajo publicado en 1917 por el Pontificio Instituto Bíblico de Roma con el título I Sam. 1-15 Crítica Textual y cuyo autor fue Andrés Fernández Truyols. Veamos cómo traduce parcialmente 1 Samuel 12:14, 15 esta obra:




Por cierto, la transliteración Iahvé o Iahveh se ha continuado usando hasta el día de hoy para referirse al Tetragrámaton en muchas obras en castellano

Hay quienes argumentan que las transcripciones IahvéYavé se empezaron a usar cuando los académicos bíblicos llegaron a saber que esta era la manera en la que pronunciaban el Tetragrámaton los escritores de la Biblia. Sin embargo, esta afirmación no se sostiene.

Hace muchos siglos que los eruditos en hebreo son conscientes de que no se conoce la pronunciación exacta del nombre de Dios en hebreo y que existen varias formas alternativas. Por ejemplo, la obra Introducción a la Sagrada Escritura o aparato para entender con mayor facilidad y claridad la Sagrada Biblia en lengua vulgar, Tomo Segundo, publicada en Madrid allá por el año 1795, en sus págs. 168-9 explicaba lo siguiente sobre el nombre de Dios:



Aunque las ciencias bíblicas han avanzado mucho desde la publicación de este libro, podemos comprobar que ya en el siglo XVIII eran públicamente conocidas algunas maneras como se había vertido el Tetragrámaton en diferentes idiomas a lo largo de la historia. 

De hecho, muy probablemente todos los autores que en los últimos cinco siglos han usado la forma Jehová en español sabían que no podían asegurar que esa fuera la pronunciación exacta y que existían formas alternativas. Sin embargo, la usaron porque era la más conocida y usada por sus lectores.

Leamos lo que escribió en 1905 sobre esta cuestión Henry Barrington Pratt, traductor al español de la Biblia llamada Versión Moderna, publicada en 1893, que usa Jehová a lo largo de todo el Antiguo Testamento:



Como hemos explicado en otras ocasiones, ningún experto en hebreo bíblico puede afirmar categóricamente cómo pronunciaban el nombre de Dios los escritores de la Biblia. Como menciona arriba H. B. Pratt, los eruditos solo pueden ofrecer su propia opinión acerca de la verdadera pronunciación del nombre de Dios. 


De hecho, varias traducciones de la Biblia en español vierten de diferentes maneras el nombre de Dios, lo que demuestra que no se conoce la manera exacta: son solo suposiciones. Veamos otros ejemplos de esto:

La primera traducción católica completa de la Biblia  al español hecha desde los idiomas originales fue la Nácar-Colunga (BAC, Madrid, 1ª edición 1944). Esta versión usa Yave para transliterar el Tetragrámaton a lo largo de todo el Antiguo Testamento. Veamos un ejemplo en Génesis 2:4:



Tres años más tarde apareció la Biblia llamada Bover-Cantera (BAC, Madrid, 1ª edición 1947). Esta traducción vertió el Tetragrámaton como Yahveh. Leamos Génesis 2:15 en esta versión:




Podemos comprobar que Bover-Cantera no vierte el Tetragrámaton igual que Nácar-Colunga. En el prólogo se explica la razón:





Leemos que hasta los propios traductores de esta versión informan que el Tetragrámaton ha sido transcrito, no traducido.

Otras versiones católicas transcriben el Tetragrámaton de maneras diferentes a las mostradas. Por ejemplo, la versión de Juan Straubinger usa Yahvé, la Bartina-Roquer Yahweh, la Biblia de Jerusalén Yahvéh, etc. 

La verdad es que si se conociera la pronunciación exacta del Tetragrámaton no habría ninguna diferencia entre las maneras como es transcrito o transliterado en diversas traducciones de la Biblia.

Recapitulemos lo tratado hasta ahora en esta entrada y en la anterior: 
  • La forma Iahvé para transliterar el Tetragrámaton se usa en español desde finales del siglo XIX. 
  • La primera traducción católica de toda la Biblia al español desde los idiomas originales fue la Nácar-Colunga en 1944; esta versión fue también la primera en usar en español la forma Yave a lo largo de todo el Antiguo Testamento. 
  • Nadie puede afirmar cómo se pronunciaba el Tetragrámaton; tan hipotética es la pronunciación Yahveh como Jehová.
  • Jehová ha sido admitida por la Real Academia Española (RAE) como una palabra castellana, pero a Yahveh la considera una transcripción del hebreo, no una palabra en español.
  • El nombre Jehová se lleva usando para traducir el Tetragrámaton en versiones de la Biblia al español desde hace por lo menos 480 años; Yave solo desde hace unos 74. 


Volviendo a la pregunta que nos hacíamos en la entrada anterior de este blog: ¿es correcto usar Yavé en las traducciones de la Biblia al español, dado que no es considerada por la RAE una palabra española? Por supuesto, la manera más correcta histórica y académicamente sería Jehová, nombre español usado desde hace varios siglos por católicos y protestantes. Ahora bien, siempre será mejor usar un nombre propio para verter el Tetragrámaton, aunque sea una transliteración del hebreo como Yavé, que usar títulos o nombres comunes como Dios o Señor.

Una pregunta aún podemos hacernos: ¿estará relacionado el uso y la importancia que los testigos de Jehová dan al nombre de Dios con los esfuerzos por parte de algunos de erradicarlo de las traducciones de la Biblia? Trataremos de responder a esta cuestión en la siguiente entrada de este blog:

Los Testigos de Jehová y el uso del nombre de Dios


Disponen de más información sobre el uso del nombre Jehová en la Biblia en la entrada de este blog titulada:


¿Es correcto traducir "Jehová" el nombre de Dios en hebreo?






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