Juan 7:53-8:11 ¿Es inspirado el episodio de Jesús y la mujer adúltera?

Así vierte la Reina-Valera revisión del 1960 el relato de la mujer adúltera que encontramos en Juan 7:53-8:11:

Cada uno se fue a su casa; y Jesús se fue al monte de los Olivos.
Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba. Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices? Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.
Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.
Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. 
Enderezandose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

Este pasaje lo trae la Biblia del Oso de Casiodoro de Reina, publicada en 1569 y la revisión de esta efectuada por Cipriano de Valera llamada la Biblia del Cántaro, publicada en 1602. Todas las revisiones posteriores de la familia Reina-Valera lo traen, aunque algunas lo colocan entre corchetes, como por ejemplo la Reina-Valera revisión del 1977, la Reina-Valera Actualizada (2015) y la Reina-Valera Contemporánea (2011). También traen entre corchetes esta perícopa la Versión Moderna de Henry Barrington Pratt desde su revisión de 1923 (la 1ª edición de 1893 ofrecía una nota crítica), la Versión Hispano-Americana (1916), el Nuevo Testamento de Pablo Besson (1919),  La Versión Latinoamericana en Castellano (1953)la Dios Habla Hoy (1979), la Biblia Traducción Interconfesional (2008), la Biblia La Palabra (2010), etc. 

Prácticamente el resto de las versiones de la Biblia en español que imprimen este episodio sin corchetes informan en una nota crítica que originalmente no formaba parte del evangelio de Juan y/o que no se encuentra en los mejores y más antiguos manuscritos.

Además, en español hay dos Biblias que no traen este pasaje, a saber, la Biblia Textual de la Sociedad Bíblica Iberoamericana y la Traducción del Nuevo Mundo revisión del 2019.

¿A qué se deben estas diferencias? A que desde hace varios siglos hay serias dudas sobre si este pasaje pertenece al Evangelio según Juan. Ya en una edición publicada en 1816 de la Biblia Vulgata latina traducida en español y anotada por Felipe Scio de San Miguel, obispo de Segovia, se ofrecía la siguiente nota a esta perícopa:










Esta nota de la Biblia de Scio de San Miguel admite como canónico el pasaje de la mujer adúltera y ofrece su propia teoría de la razón por la que no aparece en "algunos textos" ni fue mencionado por Crisóstomo ni Teofilacto

Ahora bien, han pasado más de 200 años desde esta nota y se han descubierto miles de manuscritos del Nuevo Testamento desde entonces. También se ha avanzado mucho en el estudio objetivo de la historia del texto bíblico. Entonces, ¿se debería incluir Juan 7:53-8:11 entre las Santas Escrituras inspiradas por Dios? Veamos.

Esta es la página con el texto y el aparato crítico de Juan 7:53-8:11 que ofrece la obra Sinopsis de los cuatro Evangelios. Edición bilingüe greco-española, traducida y adaptada por Antonio Vargas-Machuca (Sociedad Bíblica / Sociedades Bíblicas Unidas, Madrid, 2007):




Examinemos asimismo el aparato crítico de este pasaje en el Nuevo Testamento griego. Quinta edición revisada (Deutsche Bibelgesellschaft / American Bible Society / United Bible Societies, Stuttgart, 2014):


Según este comentario, "el caso contra la paternidad literaria de Juan parece conclusivo", es decir, que se puede concluir objetivamente que este pasaje no fue escrito por el apóstol Juan. Metzger le da "veracidad histórica" al relato y ofrece su propia opinión de su origen, achacándoselo a una circulante tradición oral que acabó siendo incrustada en el Nuevo Testamento. 








Por último, leamos lo que explica sobre esta cuestión una publicación católica más reciente como Cuarto evangelio. Cartas de Juan. Introducción y comentario por Juan José Bartolomé Lafuente (Editorial CCS [Central Catequética Salesiana] , Madrid, 2002; págs. 238-9):




Después de leer estos tres comentarios sobre el pasaje de la mujer adúltera en Juan 7:53-8:11 se puede llegar a una conclusión objetiva: este pasaje no estaba originalmente en el Evangelio según Juan. Tampoco está presente en los mejores y más antiguos manuscritos griegos; el más antiguo en el que aparece es el uncial Códice de Beza (D), fechado en el siglo V. No disponemos de otro manuscrito griego que incluya esta perícopa hasta el siglo IX, 4 siglos después.
 
Asimismo, está ausente de los comentarios al Evangelio según Juan de Orígenes (fallecido entre los años 253/254), Crisóstomo (407), Teodoro de Mopsuestia (428), Cirilo de Alejandría (444), Teófilo de Antioquía (fallecido después del año 180), Tertuliano (después de 220), Cipriano (258), Hilario (367), etc. Y como explica el comentario de Metzger: "Ninguno de los padres de la iglesia griega anterior a Eutimio Zigabeno (S. XII) comenta el pasaje, y Eutimio declara que en las copias bien hechas del Evangelio no se encuentra". Este dato es muy revelador en este caso, dado que esta perícopa tiene un estilo y contenido muy adecuados para usarse en comentarios alegóricos o devocionales. Sin ninguna duda estos autores la habrían comentado de haber sido parte del Evangelio según Juan.

Hay múltiples teorías acerca de cómo llegó este relato a insertarse en los evangelios. De hecho, hay manuscritos que no lo traen en Juan 7:53-8:11, sino después de Juan 7:36, o de Juan 21:25, o de Lucas 21:38, o de Lucas 24:53. Pero solo son eso, teorías, a veces contradictorias entre sí.

Las obras católicas le otorgan canonicidad debido a que en el Concilio de Trento (celebrado entre los años 1545 y 1563) fue declarado "canónico" por la Iglesia Católica Apostólica Romana, muy probablemente por encontrarse en la Vulgata latina, como apunta arriba el doctor Juan José Bartolomé. En cuanto a las obras y autores evangélicos o protestantes hay disparidad de criterios, aunque la presión de la tradición religiosa es enorme, favoreciendo su inclusión en la inmensa mayoría de las versiones aunque sea entre corchetes o con notas que avisan de que no pertenecía originalmente al Evangelio según Juan ni se encuentra en los mejores y más antiguos manuscritos.

Puesto que la conclusión objetiva es que Juan 7:53-8:11 no perteneció originalmente al Evangelio según Juan, que los mejores y más antiguos manuscritos griegos no traen este relato y que no se encuentra en muchos de los más antiguos comentarios del Evangelio, considero muy razonable la decisión de la Biblia Textual y la Traducción del Nuevo Mundo de no incluir en el texto bíblico esta perícopa, pues con toda probabilidad no es inspirada por Dios y no debe ser usada para dar apoyo a doctrinas ni para conocer la personalidad de Jesucristo. 




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