Harpagmos (ἁρπαγμός), ¿qué significa este sustantivo en Filipenses 2:6?

Un amable lector de este blog me ha pedido que responda al siguiente argumento sobre el significado del sustantivo harpagmos (ἁρπαγμός) en el contexto de Filipenses 2:6:

"cuando arpagmós aparece en una construcción: complemento-verbo-objeto directo con verbos de percepción (p. ej. nomízo [pensar, suponer, creer], egéomai [considerar, tener por, creer conveniente, creer, estimar]), el conjunto se convierte en una expresión idiomática. En este caso, arpagmós, no tiene connotaciones de robo ni violencia. Esta frase idiomática era común en el griego koiné de la época (empleada en literatura epistolar y en obras literarias diversas) una situación que ha venido a auxiliarnos para captar su significado."


Este párrafo aparece en la nota 151 de la Biblia Textual 4ª edición (BTIV), publicada por la Sociedad Bíblica Iberoamericana. Aunque esta tiene una apariencia académica, la triste realidad es que solo es una falacia. Pasaré a exponer las razones.

Afirma esta nota que harpagmos usado en una construcción complemento-verbo-objeto directo con verbos de percepción como nomízo (νομίζω) o egéomai (ἡγέομαι) se convierte en una expresión idiomática que no tiene connotaciones de robo ni violencia. Y que esta frase idiomática era común en el griego koiné de la época. Todo este argumentario es insostenible. No se puede afirmar que "esta frase idiomática era común" cuando la realidad es que el sustantivo harpagmos solo ocurre una vez en el Nuevo Testamento (NT) y es una palabra raramente usada en los textos griegos antiguos que han llegado hasta nosotros. Esto lo podemos comprobar en el Volumen III del Diccionario griego-español (DGE), un diccionario académico, no teológico, publicado por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Madrid en 1991. Este es un diccionario de autoridades, es decir, todas las traducciones y acepciones están documentadas con citas de autores literarios y textos documentales, corpus que abarca desde el período micénico y Homero hasta el siglo VI e.c. Esta es la definición que ofrece del sustantivo harpagmos:


En esta definición se citan cuatro obras literarias de un periodo que abarca desde el siglo I al V de nuestra era que incluían el vocablo harpagmos. Como podrán notar, en ningún caso se habla de una frase idiomática que no tenga connotaciones de robo o violencia. Más bien, dos obras de los siglos I/II y otra de los siglos IV/V ofrecen el significado de robo, rapto; en el contexto de Filipenses 2:6 se da el significado de botín, presa y la del siglo V ofrece el significado, derivado de botín y presa, de ganga, que es un bien que se adquiere a un precio muy por debajo del que normalmente le corresponde.

¿Dónde está la mencionada "expresión idiomática común" en este diccionario académico de griego, que probablemente es el mejor disponible?

El sustantivo harpagmos deriva del verbo harpazō (ἁρπάζω), que significa robar, arrebatar. Veamos cómo traduce la Reina-Valera revisión del 1960 (RV60) este verbo las 13 veces que aparece en el Textus Receptus del NT (escribiré en negrita la palabra usada por RV60):
Mateo 11:12 "Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan."

Mateo 13:19 "Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino."

Juan 6:15 "Pero entendiendo Jesús que iban a venir para apoderarse de él y hacerle rey, volvió a retirarse al monte él solo."

Juan 10:12 "Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa."

Juan 10:28, 29 "y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre."

Hechos 8:39 "Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino."

Hechos 23:10 "Y habiendo grande disensión, el tribuno, teniendo temor de que Pablo fuese despedazado por ellos, mandó que bajasen soldados y le arrebatasen de en medio de ellos, y le llevasen a la fortaleza."

2 Corintios 12:2 "Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo."

2 Corintios 12:4 "que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar."

1 Tesalonicenses 4:17 "Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor."

Judas 23 "A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne."

Apocalipsis 12:5 "Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono."

Podemos observar que el verbo harpazō, del que deriva el sustantivo harpagmos, siempre significa robar, arrebatar en el NT. Otras palabras griegas con la misma raíz que encontramos en el NT son: harpagē (ἁρπαγή): robo, rapiña (Mt 23:25; Lu 11:39; Heb 10:34) y harpax (ἅρπαξ): rapaz, ladrón (Mt 7:15; Lu 18:11; 1Co 5:10,11; 6:10).

Y este es, sin duda, el sentido que tiene harpagmos en Filipenses 2:6, donde se refiere a algo que robar o arrebatar, de ahí el sentido de botín, presa.

Y aquí es donde aparece, en  mi opinión, el prejuicio teológico de traductores, exégetas y teólogos de la cristiandad. Si se da a harpagmos el significado que filológica y contextualmente tiene en Filipenses 2:6 se está derribando el dogma de la Trinidad. Debido a esto, se le dan vueltas y vueltas a la palabra a ver si de alguna manera se le puede dar un significado que refleje o confirme o, al menos, no contradiga o perjudique su posición teológica. Hay una obra que señala esto de manera muy clara. Se trata de la obra La Sagrada Escritura. Texto y comentario. Nuevo Testamento II (BAC, Madrid, 1962), que en su página 757 explica lo siguiente:



En este comentario se admite que el significado "presa" de harpagmos no es teológicamente admisible referido a Jesucristo, pero que sería correcto para cualquier otro.

Asimismo la obra Análisis gramatical del griego del Nuevo Testamento por Max Zerwick y Mary Grosvenor (Editorial Verbo Divino, Estella, 2008) explica lo siguiente acerca del significado de harpagmos en Filipenses 2:6:

                               



Podemos comprobar que en este análisis gramatical del texto griego del Nuevo Testamento no se menciona nada sobre una "expresión idiomática común" en Filipenses 2:6. Esta obra ofrece la opción de traducción basada en la filología junto con la que se usa para apoyar la interpretación trinitaria "aunque no haya pruebas de esta traducción en fuentes no cristianas". Lo interesante es que, a final, leemos que el sentido de esta frase es "probablemente una alusión tácita a Adán que intentó usurpar la igualdad con Dios". Y es revelador que esta es precisamente la interpretación que mejor se apega al texto y al contexto de Filipenses 2:6 y que La Sagrada Escritura. Texto y comentario. Nuevo Testamento II comentaba que era inadmisible teológicamente si se refería a Cristo pero que sería correcta con cualquier otro.

Entonces, antes esta realidad, ¿qué es lo que hacen algunos diccionarios confesionales del NT? Pues ofrecen solo la definición de harpagmos que está de acuerdo con la teología trinitaria, aunque no tengan apoyo filológico ni de los textos griegos antiguos que han llegado hasta nosotros. Así lo hace, por ejemplo, el Diccionario conciso griego-español de Elsa Tamez e Irene Foulkes (Sociedad Bíblica Alemana, Stuttgart, 2ª edición corregida 2013), que define así esta palabra:



Otros diccionarios también confesionales ofrecen dos acepciones en su definición: una basada en la filología griega y otra que apoya la interpretación teológica trinitaria. Así lo hace el Diccionario del griego bíblico de Amador Ángel García Santos:






También el Diccionario griego-español del Nuevo Testamento. Fascículo 4 (Cátedra de Filología Griega de la Universidad de Córdoba, 2010), que ofrece la siguiente definición de harpagmos:



En este último diccionario es evidente para mí la influencia de la presión teológica en la traducción alternativa que ofrece de Filipenses 2:6.


En cambio, es digno de mencionar y felicitar el Diccionario griego-español del Nuevo Testamento de Inmaculada Delgado Jara (Servicio de publicaciones de la Universidad Pontificia de Salamanca, 2006), que ofrece la definición filológica y la contextual pero no la teológica:



Habrán notado que ninguna de las obras de referencia que he citado indican nada de una "frase idiomática común en el griego koiné". Y eso que, por ejemplo, Inmaculada Delgado Jara es doctora en Filología Bíblica Trilingüe y profesora titular de Lengua y Cultura Griega en la Universidad Pontificia de Salamanca y algo debe saber de "expresiones idiomáticas griegas" en el NT. O Max Zerwick, que fue doctor en Teología y Filología, un prestigioso exégeta católico, experto en griego neotestamentario y profesor del Pontificio Instituto Bíblico de Roma durante varias décadas. 


En conclusión: para mí la nota que ofrece la BTIV a Filipenses 2:6 es solo una lamentable falacia con la que se ha tratado de justificar una traducción que no contradiga o perjudique la posición teológica de sus editores y publicadores. 

Hallarán más información sobre la mejor traducción de Filipenses 2:6 en las siguientes entradas de este blog:












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