Σταυρός (staurós) ¿Cruz o madero de tormento? ¿Cuál es la mejor traducción al español?

La inmensa mayoría de las traducciones al español que conozco usan la palabra española cruz para referirse al instrumento de ejecución donde murió Jesucristo. Sin embargo, la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras revisión del 2019 (Testigos Cristianos de Jehová, abreviada TNM) usa las palabras madero de tormento.

Hay quienes critican esta última traducción. Quizá piensan que al no usar la palabra tradicional se está negando de alguna manera el sacrificio expiatorio o redentor de Jesús. Pueden estar tranquilos los críticos: sea que se use la palabra cruz o madero de tormento, el hecho es el mismo, que Jesucristo entregó su vida como rescate por la humanidad.

Ahora bien, ¿cuál de estas dos opciones de traducción es la más exacta? A esta pregunta vamos a intentar dar una respuesta objetiva a lo largo de esta entrada.

La primera referencia en los evangelios a cruz o madero de tormento se halla en Mateo 10:38, cuando Jesús les da instrucciones a sus doce discípulos para enviarlos a predicar a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Entonces les dice (tomo la cita de TNM):

Y el que no acepta su madero de tormento y me sigue no es digno de mí.
La palabra que se ha vertido madero de tormento es staurós (σταυρός, Strong 4716) y también la encontramos en los siguientes lugares del NT: Mateo 16:24; 27:32, 40, 42; Marcos 8:34; 15:21, 30, 32; Lucas 9:23; 14:27; 23:26; Juan 19:17, 19, 25, 31; 1 Corintios 1:17, 18; Gálatas 5:11; 6:12, 14; Efesios 2:16; Filipenses 2:8; 3:18; Colosenses 1:20; 2:14; Hebreos 12:2.

El verbo correspondiente, stauróo (σταυρόω, Strong 4717) fijar o clavar a un madero de tormento, se encuentra en los siguientes lugares: Mateo 20:19; 23:34; 26:2; 27:22, 23, 26, 31, 35, 38; 28:5; Marcos 15:13, 14, 15, 20, 24, 25, 27; 16:6; Lucas 23:21(×2), 23, 33; 24:7, 20; Juan 19:6(×3), 10, 15(×2), 16, 18, 20, 23, 41; Hechos 2:36; 4:10; 1 Corintios 1:13, 23; 2:2, 8; 2 Corintios 13:4; Gálatas 3:1; 5:24; 6:14; Apocalipsis 11:8.

La Nueva concordancia Strong exhaustiva (Caribe, Miami, 2002) define así el nombre staurós y el verbo stauróo:

El Diccionario del griego bíblico. Setenta y Nuevo Testamento por Amador Ángel García Santos (Editorial Verbo Divino, Estella, 2ª edición 2016) detalla así las diversas acepciones de staurós y stauróo:



El Diccionario exegético del Nuevo Testamento, II editado por Horst Balz y Gerhard Schneider (Ediciones Sígueme, Salamanca, 2002; pág. 1477) describe así el significado de staurós:



El Diccionario manual griego-español (Vox, Barcelona, 18ª edición, reimpresión de julio de 1999) define así estas palabras:



Esta es la definición de staurós en el Diccionario griego-español preparado por Florencio I. Sebastián Yarza (Editorial Ramón Sopena, Barcelona, 1999, reimpresión 2002):



El Diccionario ilustrado de la Biblia (Caribe, Miami, 1977) define así las palabras Cruz, Crucifixión:



El Compendio del Diccionario Teológico del Nuevo Testamento (Libros Desafío, 2002) define así la palabra griega staurós (σταυρός):














El Diccionario griego-español por Miguel Balagué (Compañía Bibliográfica Española S. A., Madrid, 7ª edición 1968) define así la palabra staurós:




No hay dudas, pues, del significado académico de las palabras griegas staurós y stauróo. Podemos afirmar entonces que la traducción que ofrece TNM es erudita, exacta y precisa. ¿Por qué las demás traducciones usan las palabras cruz y crucificar?

La respuesta, otra vez, hay que buscarla en la tradición recibida de la Vulgata de Jerónimo. Cuando este traductor encontró la palabra staurós en el texto griego del NT, naturalmente entendió a lo que se refería: al método de tortura y ejecución que habían usado los soldados romanos contra Jesús. ¿Cómo tradujo staurós? Pues por su palabra equivalente en latín: crux.

Ahora bien, la palabra latina crux no tiene idéntico valor semántico o significado que la española cruz. La más conocida acepción actual de la palabra española cruz en un contexto religioso sería la que ofrece el DLE:
Patíbulo formado por un madero hincado verticalmente y atravesado en su parte superior por otro más corto, en los cuales se clavaban o sujetaban las manos y pies de los condenados a este suplicio.

Es decir, la típica imagen de la "cruz de Cristo" transmitida en obras de arte desde hace muchos siglos, como este "Cristo crucificado" pintado por Velázquez en 1632:



Sin embargo, la palabra latina crux tenía un significado más amplio que la española cruz. Por ejemplo, el Oxford Latin Dictionary editado por P. G. W. Glare (Oxford at The Clarendon Press, 1982, reprinted 1983; pág. 463), uno los mejores diccionarios latín-inglés disponibles, define así esta palabra:


En español la definición dice:
1  Cualquier estructura de madera en la cual los criminales eran expuestos a muerte, una cruz (sts. también, una estaca para empalar). b (en varias frases denota crucifixión o empalamiento; ver también crvcifigo).

Veamos también la definición del sustantivo crux según el Nuevo diccionario etimológico Latín-Español y de las voces derivadas por Santiago Segura Munguía (Universidad de Deusto, Bilbao, 3ª edición 2006; pág. 180):


Es muy interesante constatar que el diccionario del Dr. Segura Munguía, uno de los mejores diccionarios académicos latín-español disponibles, ofrece como una de las acepciones de crux las palabras "palo del tormento", sinónimas de las usadas por TNM para traducir staurós: "madero de tormento".

Se puede afirmar entonces que en el latín de los primeros siglos de nuestra era, la palabra crux se refería a cualquier instrumento de madera en el que se torturaba o ejecutaba a alguien, sin definir con exactitud su forma concreta. Podía referirse a un simple tronco de árbol o a un palo o madero de tormento. 

La realidad es que no sabemos cual era la forma exacta del staurós o crux donde Jesucristo fue ejecutado. El periódico de Murcia La Verdad del 17-04-2014, en sus págs. 57 a 59, publicó un interesante artículo sobre esta cuestión. Este presentó dibujos con algunas formas posibles de la crux en el s. I:


Dicho artículo también indicó que había varias teorías sobre la manera como habían clavado las manos de Cristo al madero:


El artículo incluye una foto de una verdadera evidencia arqueológica de cómo se efectuaban las ejecuciones en el stauróscrux en esa época. Se trata del tobillo atravesado por un clavo que apareció en un osario de Jerusalén en 1968. Se describe este hallazgo en un ensayo de R. D. Barnett titulado La Biblia y la arqueología, publicado en la pág. LXXXIX de la edición de 1979 de la Sagrada Biblia por Francisco Cantera y Manuel Iglesias (BAC, Madrid, 1979). Pueden leerlo a partir de la 5ª línea:



Y esta es la foto que se puede ver en el artículo de La Verdad del hallazgo descrito arriba:


Apoyan también esta forma de clavar al madero dos recientes hallazgos arqueológicos. Por un lado,  el descubrimiento en el norte de Italia del esqueleto de una persona en el que se aprecia una lesión circular y transversal en su calcáneo (hueso del talón), compatible con el tobillo atravesado por un clavo mencionado arriba (El País, edición digital del 30 de mayo del 2018Archaeological and Anthropological Sciences, edición digital del 12 de abril del 2018). Y por otro, el esqueleto de un hombre hallado en un pequeño cementerio de época romana junto a la carretera al sur de la localidad de Fenstanton, condado de Cambridgeshire, en el sureste de Inglaterra. Se descubrió en este cuerpo un clavo que atravesaba horizontalmente el hueso calcáneo (el talón) del pie derecho. Pueden hallar más información en el siguiente artículo del periódico español El País del 10 de diciembre del 2021. También en el periódico digital Infobae del 17 de diciembre del 2021.

Es curioso que esta manera de clavar al reo al madero de tormento sea la menos conocida, cuando se trata de la única de la que hay pruebas evidentes y palpables. 

Podemos concluir, entonces, que nadie sabe con absoluta seguridad la forma del madero de tormento en el que Jesús entregó su vida por la humanidad. Pero que es posible, por los restos arqueológicos reseñados arriba, que Jesucristo hubiera sido fijado a un staurós o crux simplex, es decir, un simple madero palo hincado en el suelo, y que le hubieran clavado las dos manos con uno o dos clavos, y los pies, uno a cada lado del madero, con sendos clavos.



La TNM da a staurós el significado más literal, el de un palo o madero de tormento en el que se fija o clava el reo. Su traducción es precisa y en armonía con lo que se sabe sobre las ejecuciones del primer siglo de nuestra era. De esta manera también se evita usar la palabra española cruz que, con el paso de los siglos, ha llegado ha tener en castellano un significado ligado a imágenes y símbolos religiosos usados en algunas religiones no cristianas y también en ciertas denominaciones de la cristiandad. 

Así explicó esta cuestión el helenista W. E. Vine en la definición del nombre staurós del Diccionario Expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento exhaustivo (Caribe, 1999, impresión 5/2001; en la 1ª columna, pág. 220 del Diccionario Expositivo de palabras del Nuevo Testamento): 


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