(2) ¿Usar "Jehová" en el NT es académicamente correcto?

Continuando con el análisis que comenzamos en la entrada anterior, tenemos varias versiones de la Biblia que vierten de manera distinta cierta frase de Hechos 2:34:



Como comprobamos, ni las ediciones académicas del NT griego como NA28, ni el Textus Receptus distinguen con mayúsculas y minúsculas las dos veces que aparece la palabra "señor" en esta frase.


Sin embargo, las versiones que hemos copiado arriba vierten estas palabras de diferentes maneras, no con ambos "señor" en minúsculas como aparecen en el texto griego impreso que traducen.

¿A qué se debe este hecho? ¿Tiene algo que ver con el uso del nombre de Dios, Jehová, en el NT?

Para responder a estas preguntas, hemos de tener en cuenta que toda traducción de la Biblia es una interpretación. Cada traductor o grupo de traductores de una versión bíblica debe, inevitablemente, tomar decisiones a la hora de traducir, incluso si está procurando hacer una traducción por equivalencia formal extrema. A veces, ni siquiera ofrecen la misma lectura de ciertos pasajes las versiones interlineales al español.

Veamos un ejemplo de esto con una versión que supuestamente es muy literal, como la RV60. Comparemos la lectura que ofrece esta versión de Mateo 9:15 con el texto griego y una traducción literal:




La frase "hijos del tálamo nupcial" es un modismo hebraico. Si RV60 lo hubiese traducido palabra por palabra la gran mayoría de los lectores hubieran tenido dificultades para comprender el sentido de la frase, o incluso algunos hubieran podido extraer una interpretación errada de este pasaje. Por esta razón, ha efectuado una traducción por equivalencia dinámica, es decir, ha priorizado transmitir el significado correcto, y no necesariamente las palabras que aparecen en el texto griego.

Para tomar decisiones de traducción correctas, los traductores han de entender con claridad cuál es el significado en el lenguaje fuente y entonces expresar este significado de la manera más fácil de comprender en el lenguaje receptor, en este caso el español. 

Insisto en el punto: aunque ciertos traductores tengan el objetivo de hacer una traducción por equivalencia formal, es decir, literal, habrá ciertos pasajes bíblicos en los que, sin más remedio, tendrán que hacer una traducción por equivalencia dinámica si quieren transmitir correctamente el sentido del texto bíblico al idioma receptor y no confundir al lector. Por este motivo, aun versiones literales como RV60 ofrecen en ciertos versículos una traducción dinámica.

Volviendo a nuestro tema, para ofrecer la mejor traducción de Hechos 2:34, tenemos que comprender cuál es el sentido que quiere transmitir.

En Hch 2:14 el apóstol Pedro comienza un discurso a los judíos y prosélitos que han oído hablar cada uno en su propia lengua las maravillas de Dios. Les da testimonio de que Dios había resucitado a Jesús de la muerte y le había nombrado Señor y Cristo, exaltándole a su diestra. Apoya esa declaración con textos del AT que son profecías mesiánicas. Hch 2:34 es la primera frase de una cita de Salmo 110:1 que, según RV60, lee así:
Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

Ahora bien, como sabemos, ningún manuscrito griego conocido del NT contiene el Tetragrámaton hebreo o el nombre propio de Dios en Hch 2:34. No obstante, aunque los manuscritos unciales ofrecen dos veces la palabra "SEÑOR" en Hch 2:34 y NA28 y el Textus Receptus las han colocado ambas en minúsculas, el significado indudable que Pedro quiere comunicar al citar Salmo 110:1 es que estaba profetizado que Jehová Dios haría Señor al Mesías y lo sentaría a su derecha. 

Muchas versiones vierten este pasaje como lo hace RV60, colocando mayúscula inicial en ambos nombres "Señor". Aun de esta manera se puede afirmar que están interpretando el texto griego, dado que cambian la forma de las palabras griegas al verterlas al español, colocándolas en minúsculas y con mayúscula inicial. 

El resultado es una frase confusa y ambigua: "Dijo el Señor a mi Señor". Alguien que no conozca la Biblia podría preguntarse: "¿Quiénes son estos Señores?". 

¿Citó Pedro Salmo 110:1 en su discurso desde el hebreo, el arameo o el griego? Independientemente del lenguaje que empleara, su auditorio judío sin duda entendió que la profecía señalaba a Dios como el que exaltaría y nombraría Señor al Mesías.

Así, podemos concluir que una traducción como la que ofrece RV60 (y muchas otras versiones) aunque es una opción de traducción literal no transmite con fidelidad el significado de la frase de Hch 2:34.

Otras versiones han optado por transmitir de algún modo la diferencia entre el primer "señor", referido a Jehová Dios, y el segundo, referido al Mesías. Veamos como lo han hecho algunas:

• Enzinas y Besson pusieron con mayúscula inicial solo el primer "Señor", que indudablemente corresponde por el contexto a Dios y en minúsculas la segunda vez que aparece "señor", referido al Mesías, Jesucristo. 

• NTI y NTV también distinguen a Dios del Mesías o Cristo colocando con mayúscula y versalitas "Señor" cuando se refiere a Dios y con mayúscula inicial y minúsculas el segundo "Señor".

Hasta ahora, las traducciones que hemos examinado dan diferentes significados a las palabras "señor" según el tipo de letra que usen. Todas menos una (RV60) distinguen de esta manera, ante los ojos del lector, entre Dios y el Mesías, dando mayor importancia a Dios. Obviamente tienen en cuenta que se trata de una cita de Salmo 110:1, donde aparece el nombre propio de Dios. 

Ahora veremos versiones que incluyen vocablos que no son traducciones palabra por palabra del griego. 

TLA traduce el griego κύριος (señor) por la palabra española "Dios" y añade las palabras "el Mesías", que no se encuentran en el texto griego. Coloca mayúscula inicial a la segunda palabra "Señor".

PDT añade la palabra "Dios", que no se encuentra en griego, tras el primer "Señor" de la frase, al que pone mayúscula inicial, igual que al segundo.

TNM vierte la palabra griega κύριος (señor) por Jehová e imprime el segundo "Señor" con mayúscula.



Resumiendo, todas las versiones que citamos hacen una interpretación de Hch 2:34. Algunas cambian el tipo de letra y otras incluyen alguna palabra que no se encuentra literalmente en griego. Todas menos una (RV60) transmiten el significado de la cita de Salmo 110:1, dando más importancia al primer "señor", referido a Jehová, al colocarlo en mayúscula o en mayúscula y versalitas, o colocando la palabra "Dios" o el nombre "Jehová" en su lugar.

Podemos concluir que esta última manera de traducir transmite mucho mejor el significado de Hechos 2:34 y es académicamente correcta, ya que es la solución empleada por versiones como NTI, TLA, NTV o PDT, producidas por respetadas instituciones para la traducción de la Biblia y respaldadas por el trabajo de decenas de eruditos traductores, antropólogos, lingüistas, etc. Francisco de Enzinas, en la época de la Reforma, también adoptó esa solución, así como el muy respetado pastor y misionero Pablo Besson a principios del s. XX.

Entonces, ¿es académicamente correcto incluir el nombre de Jehová en el NT? Sí, pues si TNM incluye el nombre "Jehová" para transmitir el sentido exacto de la frase, otras versiones cambian los tipos de letra de las palabras griegas usadas o incluyen otras que no se encuentran en griego como "Dios". Además, TNM usa un nombre que, aunque no se encuentra en Hechos 2:34, sí lo hallamos en el texto hebreo de Salmo 110:1, de donde está citando el apóstol Pedro.

¿Han escuchado o leído ustedes criticar la manera de traducir Hechos 2:34 en alguna de las versiones que cito arriba? Entonces, ¿por qué se critica la opción de traducción de TNM? Intentaremos encontrar una respuesta objetiva a esa pregunta en una próxima entrada.


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Incluyo abajo algunos ejemplos de traducciones de la Biblia, en varios idiomas, que también usan en la traducción de Hechos 2:34 palabras que no se encuentran literalmente en el texto griego, como "Jehovah", "Dios", "Jiova", etc.:

Biblia en tahitiano traducida por Henry Nott, misionero británico de la London Missionary Society (1838):



Biblia en malgache de Madagascar, traducida por el misionero británico David Griffith de la London Missionary Society y equipo (1ª edición 1835, revisión de 1865):



Biblia en gilbertense de las Islas Gilbert (actualmente Kiribati), traducida por el misionero Hiram Bingham II (American Bible Society, 1ª edición 1893, 8ª edición 1907):



Vakavakadewa Makawa en fiyiano (Bible Society of the South Pacific, 1974):


Chuya Qellqa, en quechua de Ayacucho (Sociedad Bíblica Peruana, 2012):



Ri utzilaj tzij re ri kanimajawal Jesucristo, NT en achi de Guatemala (Wycliffe Bible Translators, 2009) 



Ang bitala tang Dios: ba-long inigoan; Ang bagong magandang balita: bagong tipan, NT en agutaynen de Filipinas (Wycliffe Bible Translators):



Buka Apuna (I Lotu Katolika) en kahua-anganiwai de las Islas Salomón (Bible Society of the South Pacific, 2011)



Nuevo Testamento en árabe de Chad, con alfabeto latino (Bible Society of Chad, 2012):



“Dio parlò al mio Signore, il Messia,

“O Senhor Deus disse ao meu Senhor:

The Living Bible (Tyndale House Foundation, 1971):
‘God spoke to my Lord, the Messiah,

‘The Lord God said to my Lord:

Hoffnung für Alle (Biblica, 2002):
›Gott, der Herr, sprach zu meinem Herrn:

La Bible Parole de Vie (
Société biblique française, 2000):
Le Seigneur déclare à mon Maître



Esta lista solo incluye algunos ejemplos, existen muchas más versiones en múltiples idiomas que traducen este pasaje por equivalencia dinámica, incluyendo palabras que no se encuentran literalmente en el texto griego, pero que se usan para que el lector comprenda el mensaje bíblico de Hechos 2:34, que con una traducción literal palabra por palabra quedaría ambiguo y confuso.

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