La "regla de Granville Sharp" (1): Dificultades para su validez en griego koiné

Vamos a comprobar si la llamada "regla de Granville Sharp" es verdaderamente normativa en el griego koiné, el lenguaje en el que se escribió el Nuevo Testamento (NT).

Usaremos como base la obra de Daniel B. Wallace y Daniel S. Steffen titulada Gramática griega: sintaxis del Nuevo Testamento. Segunda edición con apéndice (Editorial Vida, Miami, 2015), concretamente su capítulo tercero, bajo el subtítulo "V. La regla de Granville Sharp". Esta obra (a partir de aquí abreviada GSNT) explica así esta "regla":


Como se puede notar en el cuidadoso y prudente lenguaje que GSNT usa arriba, no se afirma categóricamente que esta supuesta "regla" sea una norma que aplique al lenguaje griego koiné. Simplemente se enumeran determinadas condiciones que Granville Sharp seleccionó arbitrariamente y se aplican a ciertos pasajes del NT en los que esta supuesta "regla" se cumple.

Los eruditos bíblicos que apoyan el valor como norma de esta "regla" suelen ser aquellos que, por alguna razón, están interesados en la interpretación trinitaria (o unicitaria) de algunos textos del NT. 

De hecho, Granville Sharp publicó en 1798 el libro con sus seis "reglas" con el objetivo expresado de probar que ciertos pasajes del NT enseñan que Jesucristo es Dios. Su obra, que fue apologética y no académica, se tituló: Remarks on the uses of the definitive article in the Greek text of the New Testament: containing many new proofs of the divinity of Christ, from passages, which are wrongly translated in the common English version que traducido al español sería: 
Comentarios sobre los usos del artículo definido en el texto griego del Nuevo Testamento: conteniendo muchas nuevas pruebas de la divinidad de Cristo, según los pasajes que son erróneamente traducidos en la versión común en inglés.

Granville Sharp fue un funcionario inglés y un destacado luchador contra la esclavitud. Pero jamás fue un pastor de iglesia, ni profesor de escuela, universidad o seminario ni un académico bíblico. Solo un teólogo aficionado que aprendió griego por sí mismo, de manera autodidacta.

A esta "regla" se suele apelar especialmente para la interpretación trinitaria (o unicitaria) de dos versículos de la Biblia, a saber, Tito 2:13 y 2 Pedro 1:1, con el propósito de probar que Jesús es llamado "Dios".

Sin embargo, una gran parte de los eruditos bíblicos y expertos en gramática griega no dan valor normativo a esta "regla", si es que siquiera la conocen (pueden ver algunos ejemplos en las siguientes entradas de este blog: Tito 2:13 ¿Es Jesucristo el gran DiosTito 2.13 Su traducción literal y contextual y Granville Sharp y 2 Pedro 1:1 (1ª Parte) ¿Es Jesucristo nuestro Dios y Salvador?).

Veamos cómo explica GSNT la aplicación de esta "regla" en estos dos versículos. Comencemos con Tito 2:13:


Así, vemos que GSNT concluye aquí que, de acuerdo a la "regla de Sharp", "gran Dios" y "Salvador" se refieren a una sola persona: Jesucristo.

Sigamos con el análisis. Ahora veamos la traducción de 2 Pedro 1:1 que sugiere GSNT aplicando la "regla de Sharp":


En este lugar ha habido un error gramatical en la edición de GSNT. La frase en español de 2 Pedro 1:1 debería leer: 
la justicia de nuestro Dios y Salvador
Y no:
la justicia del nuestro Dios y Salvador

De cualquier manera, lo que GSNT intenta comunicarnos aquí es que si seguimos la "regla de Granville Sharp" al traducir 2 Pedro 1:1, se da a entender que Jesús es "Dios y Salvador".

Sin embargo, en estos análisis ya nos encontramos con la primera dificultad. Según GSNT, para que se pueda aplicar la "regla de Sharp"en Tito 2:13 y 2 Pedro 1:1 la palabra "Dios" no debe considerarse un nombre propio. Pero, ¿es Dios en este contexto un nombre propio?

En esta cuestión hay diferencias de opinión, pues hay quienes creen que la palabra "Dios", en este contexto y escrita con mayúscula, es un nombre propio. 

Se puede argumentar que la palabra española "Dios" se ha traducido de las palabras ὁ θεός, es decir, Dios con artículo, que en la Biblia se refiere al Dios Soberano la gran mayoría de las veces. Pero hay excepciones (p. ej. 2 Corintios 4:4). 

El Diccionario manual griego-español por José M. Pabón S. de Urbina (Vox, Barcelona, 18ª edición, 1999) define así la combinación ὁ θεός:



Podemos comprobar que, según este diccionario griego-español, ὁ θεός es un título que se puede aplicar a cualquier dios, para determinarlo en un contexto concreto.

Leamos también la definición de la palabra dios en el Diccionario de la lengua española (DLE) de la Real Academia Española:



Sí, como pueden comprobar, en la lengua española cuando Dios se escribe con mayúscula inicial se considera un nombre propio antonomástico. Sin embargo, esto es así en español, pero no se distingue entre mayúsculas y minúsculas en los antiguos manuscritos griegos del NT.

Recordemos que para aplicar la "regla de Sharp" a Tito 2:13 y 2 Pedro 1:1 tenemos que entender que el nombre propio de Dios no es la palabra Dios, que este es solo un nombre común, un título. 

Personalmente estoy de acuerdo con GSNT en este punto. La palabra Dios en el NT no es un nombre propio, sino un título . Entonces, ¿cuál es el nombre propio de Dios? Para mí está muy claro: Jehová.

En lo que se refiere a considerar que Jesús es llamado "Dios" en Tito 2:13 y 2 Pedro 1:1, no estoy de acuerdo con GSNT. Como escribí arriba, una gran parte de académicos bíblicos y traductores de la Biblia de confesión trinitaria tampoco dan validez académica y normativa a esta "regla".

Por ejemplo, el jesuita Max Zerwick, conocido y respetado exégeta y experto en griego bíblico, quien por varias décadas fue profesor  en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma. Él explicó lo siguiente sobre esta cuestión en su obra El griego del Nuevo Testamento (Verbo Divino, Estella, 4ª edición 2006; párrafo 185):


Como podemos leer, para Zerwick la unidad de artículo "parece sugerir" la divinidad de Cristo, pero no la "prueba". En otras palabras, para este exégeta no se puede probar la divinidad de Cristo por la construcción gramatical de Tito 2:13 o 2 Pedro 1:1.

Los argumentos para las seis supuestas "reglas" de Granville Sharp ya fueron eficazmente refutados dos siglos atrás por el reverendo Calvin Winstanley A. M., en su obra: A vindication of certain passages in the common English version of the New Testament: Addressed to Granville Sharp, esq., author of " Remarks on the uses ... in the Greek text of the New Testament" (Cambridge, 21819).

A lo largo de esta entrada mostraremos algunos argumentos que descartan el considerar la primera "regla de Sharp" como normativa. Recordemos que los escritores del NT no se inventaron un lenguaje, sino que ellos escribieron en un idioma que ya existía desde hacía siglos y que continuó existiendo por mucho tiempo después de escribirse el NT: el griego koiné o común. Acerca de este, el Dr. Timothy Michael Law ha escrito:
La koiné se convirtió en el puente desde el griego antiguo hasta el actual. Era la lengua de las grandes obras de la época helenística, de los traductores de la Septuaginta, de los autores del Nuevo Testamento, de muchos escritores cristianos primitivos y del mundo bizantino. (Cuando Dios habló en griego: Ediciones Sígueme, Salamanca, 2014; pág. 27)

Además, en una próxima entrada comprobaremos las inconsistencias en la aplicación de esta "regla" a la traducción del NT aun entre aquellos que la defienden, lo que demuestra que en la práctica no la consideran gramaticalmente normativa.

1) Dificultades para considerarla una "regla":

Si la primera "regla de Sharp" fuera realmente una norma académica para el griego koiné o común, debería poder aplicarse a cualquier escrito en ese idioma, no solo en el NT. Sin embargo, no sucede así en realidad. Veamos varios ejemplos:

a) Proverbios 24:21 LXX

Observemos cómo traduce este versículo desde la Versión de los Setenta o Septuaginta (editada por Alfred Rahlfs, 2ª edición revisada por Robert Hanhart, Deutsche Bibelgesellschaft, Stuttgart, 2006; LXX) la obra La Biblia griega - Septuaginta, III Libros poéticos y sapienciales (Sígueme, Salamanca, 2013; LBG):




Hemos destacado en rojo las palabras a las que aplicaría la supuesta "regla". Aquí tenemos dos sustantivos personales en singular y en el mismo caso, θεόν (Dios) y βασιλέα (rey), unidos por καὶ (y). Ninguno de ellos es un nombre propio y solo el primero lleva artículo, τὸν θεόν (lit. "el Dios"). Esta sería una traducción absolutamente literal de esta frase: "Teme al Dios hijo y rey y a ninguno de los dos desobedezcas".

Si aplicáramos aquí la "regla de Sharp" resultaría que Dios y el rey son la misma persona, lo cual es absolutamente imposible contextualmente. Ni el autor de la traducción del libro de Proverbios en LBG ni los coordinadores de esta obra han tenido en cuenta ninguna "regla de Granville Sharp" en este caso, si es que conocen su existencia. Hasta el Dr. Daniel B. Wallace reconoce que en Proverbios 24:21 LXX encontramos una "excepción" a la "regla de Sharp"O sea, incluso alguien que defiende a capa y espada la validez de la "regla de Sharp", como Daniel B. Wallace, admite que pueden haber "excepciones" a esta.



b) Eusebio de CesareaMartirio de Policarpo XXII, 1

Eusebio de Cesarea publicó en griego su Historia Eclesiástica alrededor del año 324 de nuestra era. En esta obra está incluido el martirio de Policarpo de Esmirna, uno de los llamados Padres Apostólicos. Encontramos en este relato otro ejemplo de una frase en la que no se puede aplicar la "regla de Granville Sharp". Usaremos la traducción desde el griego de Daniel Ruiz Bueno (Padres Apostólicos. Edición bilingüe completa. Quinta edición; pág. 687; BAC, Madrid, 1985).

Incluiremos primero una fotografía de toda la página y luego los detalles de la frase griega y la traducción al español:


Veamos ahora el detalle del texto griego que quiero destacar:


Y su traducción al español:


Para examinarlo mejor, colocaremos abajo un recuadro con el texto interlineal griego y español:






Aquí tenemos en griego tres sustantivos en conexión, en el mismo caso, en singular y unidos por καὶ (y), no son nombres propios y solo el primero tiene artículo: "gloria al Dios y Padre y Espíritu Santo" (τῷ θεῷ καὶ πατρὶ καὶ ἁγίῳ πνεύματι). 

Si aplicáramos aquí la "regla de Sharp" tendríamos que entender que Dios, el Padre y el Espíritu Santo son una misma persona, lo cual es sencillamente absurdo y ni siquiera estaría de acuerdo con el dogma eclesial de la Trinidad. Noten que el traductor al español, el sacerdote y catedrático de griego Daniel Ruiz Bueno, no tuvo en cuenta la supuesta "regla de Granville Sharp" en este caso, si es que la conocía. 

Comprobamos entonces que aquí tampoco se cumple la supuesta "regla de Granville Sharp".



c) Clemente de Alejandría: El Pedagogo III, cap. XII, 101

Clemente de Alejandría es uno de los llamados apologistas y doctores de la cristiandad. Escribió en el s. II e.c., una obra llamada El pedagogo. Veamos una imagen de la frase que queremos analizar, en la que tampoco se puede usar la "regla de Granville Sharp". La podemos hallar en la octava línea de la pág. 291 de esta edición académica de El pedagogo:





A continuación mostraremos la traducción al español del pasaje que examinamos que hace Joan Sariol Díaz en la obra El pedagogo de Clemente de Alejandría (Editorial Gredos, Madrid, 1988):


Igual que arriba, analizaremos la frase interlinealmente, coloreando en rojo las palabras en las que, supuestamente, se debería cumplir la "regla de Sharp":


Podemos notar aquí dos sustantivos en singular en el mismo caso, unidos por καὶ , no son nombres propios y solo el primero tiene artículo: "al único Padre e Hijo" (τῷ μόνῳ πατρὶ καὶ υἱῷ). 

Si aplicamos en esta frase la "regla de Granville Sharp", tendríamos que creer que Clemente de Alejandría enseñó que el Padre y el Hijo son la misma persona, lo cual, además de ser ilógico, ni siquiera está de acuerdo con la doctrina eclesial de la Trinidad. 

Luego tampoco aquí se cumple la supuesta "regla de Sharp".

Existen otros lugares en escritos griegos en los que tampoco se cumple la "regla de Granville Sharp", pero pienso que con tres ejemplos es suficiente para demostrar que esta "regla" no tiene ningún valor académico ni normativo en griego.

Los que la defienden lo hacen con el objetivo de apoyar su propia interpretación de ciertos textos del NT, en los que afirman que se llama Dios a Jesucristo. Pero es solo su opinión personal. La "regla de Granville Sharp" no es determinante en el entendimiento de esos pasajes.

En una próxima entrada comprobaremos la falta de consecuencia en la aplicación a la traducción del NT de la "regla de Granville Sharp", aun entre aquellos estudiosos de la Biblia que afirman su validez académica. 

Hallarán más información sobre la "regla de Granville Sharp" y su aplicación en Tito 2:13 en las siguientes entradas de este blog:


Tito 2:13 Su traducción literal y contextual y Granville Sharp


Si van a comentar sobre el contenido de esta entrada, les ruego que, por favor, lo hagan con respeto y con argumentos lógicos o académicos.


Isaías 9:6 en la Septuaginta y otras versiones griegas

¿Cómo vierte Isaías 9:6 al griego la Versión de los Setenta o Septuaginta (LXX)?

En el recuadro de abajo hemos colocado interlinealmente el texto griego de la Septuaginta (editada por Alfred Rahlfs, segunda edición revisada por Robert Hanhart, Deutsche Bibelgesellschaft, Stuttgart, 2006) con la traducción al español ofrecida por La Biblia griega - Septuaginta, IV Libros proféticos, con la coordinación de María Victoria Spottorno y Natalio Fernández (Ediciones Sígueme, Salamanca, 2015; a partir de aquí abreviada LBG):


Hemos copiado Isaías 9:6, 7 (5 y 6 en LXX) para que se pueda apreciar en su contexto la traducción del pasaje que ofrece LXX, que difiere notablemente del hebreo.

En la introducción de LBG al libro de Isaías, pág. 127, se explica lo siguiente sobre la antigüedad de esta traducción:
Todos los indicios nos llevan a concluir que la traducción se llevó a cabo entre el año 146 a.C., fecha de la derrota de Cartago por los romanos, que ha quedado reflejada en la traducción del capítulo 23, y el Prólogo de Ben Sirakh (último tercio del siglo II a.C.), que ya cita las Profecías como traducidas. De modo que en torno al 140 a.C. sería la fecha más plausible para la traducción de Isaías al griego.

Suponiendo que el apóstol Pablo hubiera enseñado en sus escritos que el Mesías era el mismo Dios Soberano, cabría hacerse esta pregunta: ¿por qué jamás citó Isaías 9:6 para probar esa enseñanza?

Es cierto que LXX no llama Dios al Mesías, pero sabemos que Pablo conocía el lenguaje hebreo, y hubiera podido citar el texto desde este idioma.

Asimismo, ningún otro escritor del NT cita Isaías 9:6, ni desde el texto hebreo ni desde el griego ni desde el arameo. ¿Por qué, si supuestamente es una prueba tan clara e indisputable de que estaba profetizado que el Mesías sería Dios mismo?

La obra Origenis Hexaplorum (Oxford, 1875) por Frederick Field ofrece las lecturas de Isaías 9:6 de Áquila, Símaco y Teodoción según la Hexapla de Orígenes. Estas versiones griegas, producidas con posterioridad a la LXX, ofrecen una traducción más cercana al texto hebreo, y tampoco llaman Dios al Mesías. De hecho, ninguna traduce como "Dios" la palabra hebrea Ἐl.

Por ejemplo, la traducción de Áquila (Ἀ):


Esta sería una posible traducción bastante literal al español:



O la de Símaco (Σ)



Se podría traducir así al español:



O la de Teodoción (Θ):



Esta sería una traducción al español:





En conclusión, estas antiguas versiones griegas de la Biblia no apoyan una interpretación trinitaria ni unicitaria de Isaías 9:6.

En próximas entradas continuaremos examinando la mejor traducción de Isaías 9:6.

Estamos abiertos a recibir comentarios respetuosos y razonadamente argumentados sobre el contenido de esta entrada y, por supuesto, de todas las demás de este blog.

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