Juan 8:58 (5) ¿Cuál es su mejor traducción al español?

Como vimos en una entrada anterior, existen traducciones de la Biblia al español que en Juan 8:58 vierten de manera muy literal las palabras "yo soy" que Jesucristo se aplica a sí mismo; algunas hasta colocan estas palabras con mayúscula, para dar a entender que Jesús se está identificando con Dios al aplicarse, supuestamente, su nombre propio.
De esta manera traduce, entre otras, la Reina-Valera Actualizada revisión de
 2015 (RVA15):
Les dijo Jesús: —De cierto, de cierto les digo que antes que Abraham existiera, Yo Soy.

Por otra parte, hay versiones de la Biblia que no traducen literalmente las palabras "yo soy", sino que ofrecen una forma verbal distinta al presente de indicativoAsí lo hace, por ejemplo, la Traducción en lenguaje actual (TLA) que usa un pretérito imperfecto:
Jesús les dijo: —Les aseguro que mucho antes de que naciera Abraham ya existía yo.

Ante esta importante diferencia de lecturas, en este artículo vamos a intentar responder objetivamente a la pregunta: 


¿Cuál es la mejor traducción de Juan 8:58?

El contexto en el que se encuentra este versículo es el de una discusión entre Jesucristo y los escribas, saduceos y fariseos en el Templo de Jerusalén. Estos rechazan a Jesús como maestro, y mucho más como Mesías, y le contradicen delante de la gente, pendientes de sus palabras, buscando algo de que acusarle públicamente.

En Juan 8:56 (RVA15) Jesús explica que:
Abraham, el padre de ustedes, se regocijó de ver mi día. Él lo vio y se gozó.

Los líderes judíos, que le oyen decir esto, le preguntan despectivamente (v. 57): 
—Aún no tienes ni cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?

Es precisamente en este momento cuando Jesús les responde la frase que hallamos en Juan 8:58. Examinémosla en una imagen interlineal con el texto griego de Nestle-Aland 28ª edición (NA28) y el español de El Nuevo Testamento interlineal palabra por palabra griego-español (NTGPP).







¿Qué es lo que Jesús quiso transmitirles con esta frase? 

La explicación más sencilla y razonable es que quiso enseñarles que él había tenido una existencia prehumana anterior al nacimiento de Abrahán, que le había permitido verle y escucharle en persona.

No es la única ocasión en el evangelio de Juan en la que Jesús indica que su procedencia era divina, es decir, que antes de nacer como humano había sido un ser espiritual en el cielo. Por ejemplo, en Juan 6:38 (RVA15):
Porque yo he descendido del cielo no para hacer la voluntad mía sino la voluntad del que me envió.

En cualquier traducción de la Biblia no siempre es la mejor opción traducir con absoluta literalidad las palabras griegas al español. Es el contexto el que indicará cual es la mejor forma de verter el pasaje en cuestión.

Por ejemplo, examinemos cómo ha vertido las palabras ἐγώ εἰμι en Lucas 22:70 la versión Reina-Valera revisada en 1960 (RV60):












Como podemos comprobar arriba, RV60 ha vertido las palabras ἐγώ εἰμι, que sabemos que literalmente significan yo soy, por las palabras "lo soy". Es decir, ha traducido un pronombre personal nominativo de la primera persona del singular (ἐγώ, yo) por un pronombre personal acusativo de la tercera persona del singular (lo). Esta traducción por equivalencia dinámica es correcta, pues de esta manera se transmite con precisión el sentido de la frase griega al español.

De la misma manera, es posible traducir las palabras ἐγώ εἰμι en Juan 8:58 de una forma que transmita con exactitud y precisión el sentido de la frase, respetando cuidadosamente la gramática griega.

Veamos cómo explica las características del presente resultativo o perfectivo la Gramática griega del Nuevo Testamento. II Sintaxis por Inmaculada Delgado Jara (Universidad Pontificia de Salamanca, 2011; pág. 87):



Así, como se puede comprobar, la gramática griega permite en algunos contextos que un presente de indicativo griego (como εἰμι) pueda traducirse correctamente al español por un pretérito perfecto (o pretérito perfecto compuesto) de indicativo, un tiempo verbal que expresa un estado o una acción acabada dentro de una unidad de tiempo que incluye el presente.

Veamos cómo lo explica de una manera sencilla la obra Introducción al griego bíblico (Editorial Vida, Miami, 2015):




Analicemos interlinealmente uno de los ejemplos mostrados arriba por la gramática de Inmaculada Delgado Jara: Lucas 15:27. Vamos a colocar en la siguiente imagen el texto griego, que es el mismo en NA28 y el Texto Recibido, y las traducciones que ofrecen NTGPP y RV60:



La palabra griega que RV60 traduce "ha venido" es ἥκει, la tercera persona del singular del presente de indicativo del verbo ἥκω: venir, llegar, estar aquí, estar presente. La traducción absolutamente literal al español de ἥκει sería: viene, llega, está aquí (es la que ofrece NTGPP) o está presente. Sin embargo, RV60 la ha traducido por el pretérito perfecto compuesto "ha venido". Y esta también es la traducción contextual que ofrece entre paréntesis NTGPP.

De la misma manera, para transmitir con la mayor precisión y exactitud posible el sentido de la frase griega de Juan 8:58 que analizamos, algunas versiones han traducido el presente de indicativo εἰμι por distintas formas verbales en español. 

Así, por ejemplo, la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras revisión del 1987 (TNM87) vierte el presente de indicativo εἰμι por el pretérito perfecto compuesto "he sido". De esta manera transmite con fidelidad el mensaje de Juan 8:58 respetando escrupulosamente las normas de la gramática griega.

¿Cuál sería, entonces, la mejor traducción contextual de Juan 8:58?

Sin duda, una como la que ofrece la TNM87:
Jesús les dijo: “Muy verdaderamente les digo: Antes que Abrahán llegara a existir, yo he sido”.

Y, ofreciendo una traducción menos literal, también transmite correctamente el sentido de la frase la TLA, que hemos copiado arriba, así como la revisión del 2019 de la Traducción del Nuevo Mundo que vierte: "yo ya existía".

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