(2) Mateo 1:18 ¿Cómo se debería traducir? ¿María quedó embarazada "por espíritu santo" o "del Espíritu Santo"?

¿Cómo se debería traducir al español Mateo 1:18? ¿"Por espíritu santo" o "del Espíritu Santo"?

Para responder esta pregunta de la manera más objetiva posible, veamos el texto griego de este versículo junto con una traducción interlineal al español. Usaremos la que ofrece el Nuevo Testamento interlineal palabra por palabra (NTGPP) publicado por las Sociedades Bíblicas Unidas en 2012:



Las palabras que nos interesan son ἐκ πνεύματος ἁγίου. Detengámonos un momento a evaluar la traducción que ofrece este interlineal.

En primer lugar, traduce la preposición ἐκ por "del". Como se puede notar, la letra l se encuentra impresa en cursiva, lo que significa que las traductoras la han añadido, pues no hay artículo delante de las palabras πνεύματος ἁγίου (espíritu santo).

La preposición de genitivo ἐκ se puede traducir de diversas maneras, dependiendo del contexto. Al verterla por "del" el NTGPP no deja claro, en mi opinión, cuál fue el papel del espíritu santo en el embarazo de María. ¿Se refiere quizá al origen del embarazo? De ahí que al verterla con la palabra "del" haya versiones que antes de la preposición inserten las palabras "por obra" para determinar el sentido.

A esto podemos añadir que cuando el NTGPP inserta el artículo en español se puede entender que "el Espíritu Santo" fue el papá del niño en el vientre de María. No sé si se entenderá así en todos los países hispanohablantes, pero en español corriente si alguien dice que cierta muchacha "está embarazada del panadero", lo que con naturalidad y sencillez se comprende es que el panadero es el papá del bebé. Se genera de esta manera un grave problema teológico para quienes creen en el dogma de la Trinidad pues, ¿quién sería, entonces, el padre de Jesucristo? ¿La persona de "Dios Padre" o la persona "del Espíritu Santo" de la teología trinitaria?

Por otro lado, es perfectamente correcto traducir ἐκ por la preposición española "por", dándole un sentido causativo.

La
s palabras griegas πνεύματος ἁγίου el NTGPP las ha traducido "Espíritu Santo", con mayúsculas. Sin embargo, los más antiguos manuscritos griegos estaban escritos en un tipo de letra llamada uncial, que no hacía diferencia entre mayúsculas y minúsculas. En lo que se refiere a la edición del texto griego usada por el NTGPP, la 4ª edición del Nuevo Testamento griego de las Sociedades Bíblicas Unidas, tampoco usa mayúsculas para las palabras πνεύματος ἁγίου, como se puede comprobar en la imagen mostrada arriba. Ni el Textus Receptus coloca las palabras πνεύματος ἁγίου (espíritu santo) con mayúsculas. Comprobémoslo en la edición de 1519 del Novum Testamentum de Erasmo de Róterdam:



Asimismo, el Nuevo Testamento de la Biblia Políglota Complutense del cardenal Francisco Jiménez de Cisneros, impreso en 1514, coloca las palabras πνεύματος ἁγίου (espíritu santo) con minúsculas:



Entonces, ¿por qué se han colocado mayúsculas en esta y otras traducciones al español? Sin ninguna duda la razón es teológica. Al colocar mayúsculas a las palabras "Espíritu Santo" se busca considerarlas como el nombre propio de la tercera persona de la Trinidad.

Es curioso y revelador que un experto en gramática griega del Nuevo Testamento como Max Zerwick escriba que en Mateo 1:18 ‎πνεῦμα sin artículo es un nombre propio. Así lo hace en su Análisis gramatical del griego del Nuevo Testamento:



Con todo mi respeto hacia el Dr. Zerwick, creo que en esta ocasión se dejó llevar por su ideología trinitaria al interpretar este pasaje. Fíjense en que su 
comentario es contradictorio. Por un lado admite que πνεῦμα no lleva artículo en griego, y luego él mismo añade un artículo al ofrecer su interpretación de que se refiere a un nombre propio.

A esto se puede agregar el dato objetivo de que en griego koiné el artículo es facultativo en los nombres propios, es decir, lo pueden llevar o no. Ni el hecho de que un sustantivo lleve artículo ni el que no lo lleve lo convierte en un nombre propio. Es el contexto el que permite conocer el significado correcto de las palabras. Así lo admite el mismo Zerwick en otra de sus obras, El griego del Nuevo Testamento (Verbo Divino, Estella, 2006; párrafo 182), donde escribió (el subrayado es mío): 
"No negamos que en otro contexto la expresión preposicional ἐν πνεύματι ἁγίῳ pueda equivaler a ἐν τῷ Πνεύματι Άγίῳ, y ello por dos motivos. Primero, porque aquí interviene la difícil y oscura cuestión del uso o no uso del artículo con los nombres “propios”."

Vean la nota que ofreció a 1 Tesalonicenses 1:5 en su Análisis gramatical, donde encontramos las palabras "en espíritu santo" ἐν πνεύματι ἁγίῳ (πνεύματι es el dativo de πνεῦμα):



Como podemos notar, en este pasaje para Zerwick πνεῦμα sin artículo ya no es un nombre propio. Se podrían citar otros ejemplos en los que πνεῦμα sin artículo tampoco es un nombre propio para este autor. 

Ahora bien, sin ninguna duda la palabra "espíritu" no es un nombre propio en la Biblia, ni en hebreo ni en griego. De hecho, el primer concilio eclesiástico que llamó al espíritu santo "Señor y dador de vida" fue el Primer Concilio de Constantinopla, en el año 381 de nuestra era. Y ni siquiera entonces se definió completamente lo que ha llegado a convertirse en el dogma religioso de la Trinidad. Ni los escritores del Antiguo Testamento ni los del Nuevo enseñaron jamás que la palabra "espíritu" fuera un nombre propio y mucho menos que este fuera una persona.

Si lo desean, pueden buscar la palabra "espíritu" en la Reina-Valera revisión del 1960 en Isaías 63:10, 11, o en Salmo 51:11 en la Biblia del Oso de Casiodoro de Reina (51:13 en esta edición) o en muchas otras versiones en español.

Tristemente hay traductores de la Biblia que tuercen la traducción para adaptarla a un determinado dogma o ideología previa, aun sabiendo que el verdadero significado es diferente. Ya vimos en la entrada anterior el ejemplo del Dr. Manuel Iglesias González, que en su versión del Nuevo Testamento publicada por Ediciones Encuentro en 2003 vertía así la frase que estudiamos:


Pero luego en la nota aclaraba el verdadero significado:




La mayoría de las traducciones de origen trinitario vierten en Mateo 1:18 "Espíritu Santo" con mayúsculas, en mi opinión con la clara intención de apoyar el dogma religioso de la Trinidad. Sin embargo, hay honrosas excepciones. 

Por ejemplo el misionero y pastor bautista Pablo Besson tradujo "de espíritu santo" e incluyó una nota con la explicación: "De fuerza divina, por fuerza de Dios". Asimismo Felipe de Fuenterrabía, fraile capuchino que fue profesor de Sagrada Escritura del Colegio de Teología de Pamplona, vertió "por obra del espíritu santo" y comentó en una nota lo siguiente sobre estas palabras: "se encontró encinta por la acción milagrosa del mismo Dios". Igualmente el Nuevo Testamento traducido por el religioso franciscano Manuel Miguens, quien fue profesor del Studium Biblicum Franciscanum de Jerusalén y de The Catholic University of America de Washington, D.C., vierte así esta frase: "por espíritu santo", con una nota a la palabra "espíritu" que dice: "Fuerza, energía de Dios". El Nuevo Testamento de La Biblia griega vierte "por el espíritu santo" y la Traducción del Nuevo Mundo revisión del 2019 "por espíritu santo", con una nota que ofrece una traducción alternativa y una aclaración del significado: "O “la fuerza activa de Dios”, es decir, el poder de Dios en acción".

Sin lugar a dudas, la más fiel y precisa traducción de Mateo 1:18 en conjunto es la que ofrece la Traducción del Nuevo Mundo revisión del 2019, pues vierte con exactitud, claridad y sencillez este versículo, cambiando la expresión "se encontró ella encinta", antigua y en desuso, por la actual de uso cotidiano "quedó embarazada". Esta es la traducción de Mateo 1:18 que ofrece esta versión: 
"Ahora bien, así fue el nacimiento de Jesucristo. Su madre María estaba comprometida para casarse con José, pero antes de que se unieran quedó embarazada por espíritu santo."



Este es el enlace a la primara parte de esta entrada:









Entrada populares en la última semana