Pues bien, si alguien les dice esto, pueden informar a esta persona que el testimonio de los manuscritos de LXX más antiguos de los que se dispone, preparados por judíos para judíos, prueba más bien que el nombre de Dios, el Tetragrámaton YHWH, se conservaba en letras hebreas o paleohebreas, o se usaba la transcripción ΙΑΩ.
Lean lo que dice sobre esta cuestión la obra publicada por la Society of Biblical Literature con el título: Tradition and Innovation: English and German Studies on The Septuagint (Tradición e innovación: estudios ingleses y alemanes sobre la Septuaginta) por Martin Rösel:
El consenso académico cambió drásticamente a la luz de esta evidencia precristiana. La hipótesis predominante ahora es que es evidente que los traductores originales de la Septuaginta nunca vertieron el nombre divino con κύριος, sino que mantuvieron el Tetragrámaton en caracteres hebreos o paleohebreos, o usaron la transcripción ΙΑΩ.
Pueden encontrar estos datos en la pág. 295 de Tradition and Innovation: English and German Studies on The Septuagint (SBL Press, Atlanta, 2018). Esta es la foto del párrafo en inglés: