Hechos 20:28 ¿Con la sangre de quién?

Cuando leemos Hechos 20:28 en diferentes traducciones o revisiones de la Biblia, notamos que pueden haber algunas diferencias. 

Por ejemplo, la Biblia del Oso publicada en 1569 y la Biblia del Cántaro publicada en 1602 vierten así este versículo:




También, una revisión de la Reina-Valera publicada en Londres en 1861 traduce igual, es decir, se lee: "
la Iglesia de Dios".


Sin embargo, la palabra Dios se cambió por Señor en otra revisión de Reina-Valera publicada en Oxford en 1866 y en una bilingüe de 1884 (con el pie editorial del Depósito Central de la Sociedad Bíblica B. y E., Madrid, Calle Preciados Núm. 46), para que leyese "la iglesia del Señor":




Curiosamente, otra edición publicada en 1869 en Madrid (con pie editorial Depósito de la Sociedad Bíblica B. y E., calle de preciados, número 19), continúa utilizando la palabra Dios en Hechos 20:28, igual que una edición publicada en 1906 por la Sociedad Americana de la Biblia en Nueva York:




Es obvio que durante décadas se publicaron revisiones de la Reina-Valera con diferentes opciones del texto. Desde la revisión de 1909, la lectura se ha mantenido en "la iglesia del Señor".

La edición de 1519 del Novum Testamentum de Erasmo de Rotterdam, en griego y latín, trae la lectura “la iglesia de Dios”:


La misma lectura ofrece la edición de 1550 del Nuevo Testamento en griego de Stephanus, impresa en la edición interlineal The Englishman's Greek New Testament (S. Bagster And Sons Limited, Londres, 1896). La columna de la derecha es el texto de la King James:


Comprobamos, entonces, que la lectura del Textus Receptus, "la iglesia de Dios" es distinta a la que ofrecen, como hemos visto arriba, muchas revisiones de la Reina-Valera, incluyendo las de 1909, 1960, 1995, Contemporánea, etc., que es "la iglesia del Señor".7

Por otra parte, el texto de Hechos 20:28 en el Textus Receptus es muy semejante al que ofrece Nestle-Aland (NA 28). La diferencia sería la siguiente:

Nestle-Aland 28:
τὴν ἐκκλησίαν τοῦ θεοῦ, ἣν περιεποιήσατο 
la iglesia de Dios, la cual adquirió
διὰ τοῦ αἵματος τοῦ ἰδίου
por medio de la sangre de la suya propia (o "del suyo propio").

Textus Receptus
τὴν ἐκκλησίαν τοῦ θεοῦ, ἣν περιεποιήσατο 
la iglesia de Dios, la cual adquirió
διὰ τοῦ ἰδίου αἵματος
por medio de la suya propia sangre.

¿A que se deben este y otros cambios en el texto de Hechos 20:28 entre las diferentes revisiones de Reina-Valera y en otras ediciones de la Biblia?

Se debe, simple y llanamente, a que hay diferentes lecturas de este versículo entre los manuscritos griegos y las versiones antiguas del Nuevo Testamento.

Es prácticamente imposible dar una explicación absolutamente segura de la razón de estas diferencias entre los manuscritos. Bruce M. Metzger ofreció varias posibles explicaciones en su obra Un Comentario Textual al Nuevo Testamento griego (German Bible Society, Stuttgart, 2006, págs. 421-423). 


En mi muy humilde opinión, la que me parece más razonable es la que señala que la lectura original sería la que ofrece Nestle-Aland (NA28). Metzger comenta lo siguiente sobre el significado de esta frase griega (los corchetes en la palabra "Hijo" son de la obra): 

“Puede ser que el autor de Hechos, en vez del sentido normal de διὰ τοῦ αἵματος τοῦ ἰδίου, haya querido que sus lectores interpretaran la expresión en otro sentido: "con la sangre de su propio [Hijo]". [...] Este uso absoluto de ὁ ἴδιος aparece en los papiros griegos como un término afectuoso con familiares cercanos. Por lo tanto, es posible que "el suyo propio" (ὁ ἴδιος) fuera un título que los cristianos primitivos daban a Jesús, comparable a "el amado" (ὁ ἀγαπητός); nótese Ro 8.32, donde Pablo dice que Dios "no escatimó a τοῦ ἰδίου υἱοῦ", en un contexto que claramente alude a Gn 22.16, donde LXX dice τοῦ ἀγαπητοῦ υἱοῦ. 
[...] Posiblemente, como Lake y Cadbury lo señalan, cuando el significado especial de ὁ ἴδιος (mencionado en el comentario anterior) dejó de usarse en el lenguaje cristiano, τοῦ ἰδίου en este pasaje se malinterpretó como un modificador de αἵματος ("su propia sangre"). “Este ocasionó dos cambios en el texto: τοῦ αἵματος τοῦ ἰδίου se cambió a τοῦ ἰδίου αἵματος (¿por influencia de Heb 9.12?), que suena mejor pero pervierte el sentido, y los revisores occidentales cambiaron θεοῦ por κυρίου, sin duda para evitar la frase ‘la sangre de Dios', que esta variante implica.”

 

Es interesante también el comentario que sobre este versículo ofrece la obra La Sagrada Escritura. Texto y comentario por profesores de la Compañía de Jesús. Nuevo Testamento. Tomo II (BAC, Madrid, 1965). Las cursivas (o itálicas) son de la obra: 

La interpretación de la Vg y bastante extendida es: «Cristo-Dios ha conquistado la Iglesia con su propia sangre». Sin embargo, como en el N. T. nunca se habla de la «sangre de Dios» y Act nunca dan a Cristo el título de Dios, algunos autores creen que la lectura primitiva debía de ser: «La Iglesia del Señor, que él se ganó con su propia sangre». Así lee P74 recientemente publicado. Pero esta lectura no es la más crítica. Dupont propone esta otra explicación, a base de la lectura crítica que conserva el nombre de Dios: cabe un corrimiento de ideas entre la acción de Dios-Padre, dueño de la Iglesia, y la acción del Hijo, que con su sangre ganó para el Padre la Iglesia. Hay ejemplos donde se pasa del Padre al Hijo sin transición (Rom 8,31-39). Filológicamente es preferible la explicación de Bruce B. Weiss, que traduce así: «para apacentar la Iglesia de Dios, que él se ganó con la sangre de su propio Hijo». Este significado de ἴδιος está bien fundado en los papiros, donde indica relación entre dos términos cercanos. Aquí ἴδιος puede ser equivalente al hebreo yahid, unigénito, predilecto, que los LXX traducen agapetós, eklectós y monogenés.

 

Dicho con otras palabras, lo más probable es que originalmente la última frase de Hechos 20:28 leía así: "la iglesia de Dios, la cual adquirió por medio de la sangre del suyo propio", pero las palabras "del suyo propio" eran un modismo, una expresión cariñosa que para los primeros cristianos se refería claramente al propio Hijo de Dios, Jesucristo. 

Con el paso del tiempo, los sucesivos copistas dejaron de comprender el modismo τοῦ ἰδίου ("del [Hijo] suyo propio") como referido a Jesucristo, y se encontraron entonces ante una lectura, mal entendida, que estaba hablando de la sangre de Dios, lo cual para ellos podía representar patripasianismo (del latín pater, patris, padre, y passus, padecer), una doctrina del monarquianismo modalista de los siglos II y III (llamado también sabelianismo), que sostenía que fue Dios el Padre quien había venido a la Tierra y había sufrido en el madero bajo la apariencia (o el modo) del Hijo.

Probablemente, algunos copistas "ortodoxos" introdujeron cambios en esta Escritura para adaptarla al significado que ellos daban al texto. Cambiaron la palabra Dios por Señor para referirla a Jesucristo, y alteraron la estructura de la frase para que, en vez de leer con la sangre del [Hijo] suyo propio, lo hiciera con su propia sangre. De aquí la existencia de estas lecturas variantes entre los manuscritos. Como señala el Nuevo Testamento Trilingüe (BAC, Madrid, 2ª edición, 1988, pág. 747) de José O´Callaghan respecto a este versículo:

He aquí un texto difícil en el que han tropezado los copistas (de ahí las variantes) y los traductores y comentaristas. La dificultad radica en las repercusiones dogmáticas. Crítica textual e interpretación se entrelazan.

Se pueden percibir las dificultades de los copistas y traductores en las variadas lecturas que ofrecen algunos manuscritos, pues ante la duda de colocar θεοῦ (de Dios) o κυρίου (del Señor) algunos copiaron las dos palabras juntas, κυρίου καὶ θεοῦ (del Señor y de Dios), otros θεοῦ καὶ κυρίου (de Dios y del Señor), otros κυρίου θεοῦ (del Señor Dios), otros Χριστοῦ (de Cristo) y 
aun otros Ἰησοῦ Χριστοῦ (de Jesucristo). (Ver The Text of the New Testament: Its Transmission, Corruption, and Restoration por B. M. Metzger y B. D. Ehrman, Oxford University Press, 4ª edición, 2005, pág. 332).

Ante esta realidad, y siguiendo la más erudita interpretación del texto y los mejores y más antiguos manuscritos, muchas versiones actuales ofrecen traducciones como las siguientes, ya sea en el texto principal o en las notas (esta lista no es exhaustiva):

Nuevo Testamento Interlineal Griego-Español por Francisco Lacueva (Editorial Clie, Terrassa, 1990):


Esta obra incluye la siguiente nota a este versículo:



Biblia de Jerusalén revisión de 1975 (Desclée de Brouwer, Bilbao. El enlace es a la revisión de 2019):
Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios, que él se adquirió con la sangre de su propio hijo.

Nueva Biblia Española (Cristiandad, Madrid, 1986):
Tengan cuidado de ustedes y de todo el rebaño en que el Espíritu Santo los ha puesto como guardianes, siendo así pastores de la Iglesia de Dios, que él adquirió con la sangre de su Hijo.

Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (Testigos Cristianos de Jehová, 1987). Los [corchetes] son de la obra: 
Presten atención a sí mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios, que él compró con la sangre del [Hijo] suyo. 

Sagrada Biblia Cantera-Iglesias (BAC, Madrid, 2ª edición 1979). Los [corchetes] son de la obra:
Tened cuidado de vosotros, y de todo el rebaño en el que el Espíritu Santo os puso como guardianes para pastorear la Iglesia de Dios que adquirió por la sangre de su [Hijo].

Nuevo Testamento de La Casa de la Biblia (Atenas / PPC / Sígueme / Verbo Divino, Madrid, 1993, 4ª edición 1998):
Cuidad de vosotros mismos y de todo el rebaño, pues el Espíritu Santo os ha constituido pastores vigilantes de la Iglesia de Dios, que él adquirió con la sangre de su propio Hijo.

Traducción en lenguaje actual (Sociedades Bíblicas Unidas, 2002):
Ustedes deben cuidarse a sí mismos, y cuidar a los miembros de la iglesia. Recuerden que el Espíritu Santo los puso como líderes de la iglesia de Dios, para que cuiden a todos los que Dios salvó por medio de la sangre de su propio Hijo. 

La Biblia. La Palabra de Dios para todos (Centro Mundial de Traducción de la Biblia, Fort Worth, 2005): 
Tengan cuidado de ustedes mismos y de toda la gente que Dios les ha dado. El Espíritu Santo les dio el trabajo de cuidar al rebaño de la iglesia de Dios, la cual compró pagando con la sangre de su propio Hijo.

Sagrada Biblia de la Conferencia Episcopal Española (BAC, Madrid, 2010):
Tened cuidado de vosotros y de todo el rebaño sobre el que el Espíritu Santo os ha puesto como guardianes para pastorear la Iglesia de Dios, que él se adquirió con la sangre de su propio Hijo

Nuevo Testamento por Manuel Iglesias González (Ediciones Encuentro, Madrid, 2003):



Es muy interesante incluir aquí la traducción de este versículo, desde la Vulgata, del presbítero doctor Ignacio Guerea. Este publicó su obra, El Libro de los Hechos de los Apóstoles, en Madrid en 1786, por lo que su trabajo contaba con las debidas licencias eclesiásticas. Se puede apreciar que en su traducción, que él llama "sucinta Paráfrasis", procuró que quedara claro a sus lectores el sentido del pasaje:





En el caso de que se escogiese la lectura Señor, en vez de Dios, y su propia sangre en vez de la sangre del suyo propio, el sentido sería que Jesucristo adquirió la congregación cristiana comprándola con su sangre, lo cual está de acuerdo con el resto de la Biblia. Así lo han interpretado versiones como las siguientes (esta lista no es exhaustiva):

Nuevo Testamento por Pablo Besson (Palabra / Mundo Hispano, 1981):
Mirad por vosotros mismos y por todo el rebaño en que el santo Espíritu os puso por obispos para apacentar la iglesia del Señor que se adquirió por la sangre propia.

Biblia la Palabra (Sociedad Bíblica de España, 2010):
Cuidad de vosotros mismos y de todo el rebaño sobre el que os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes. Pastoread la Iglesia que el Señor adquirió con el sacrificio de su propia vida.  

Reina-Valera revisada en 1960 (Sociedades Bíblicas Unidas):
Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. 

La Biblia. Latinoamérica (San Pablo / Verbo Divino, Madrid, 2005). Los paréntesis son de la obra:
Cuiden de sí mismos y de todo el rebaño en el que el Espíritu Santo les ha puesto como obispos (o sea, supervisores): pastoreen la Iglesia del Señor, que él adquirió con su propia sangre.


Existe una tercera opción, seguida por algunas versiones, que es la de combinar ambas lecturas, la que incluye las palabras τοῦ θεοῦ (de Dios) con τοῦ ἰδίου αἵματος (de su propia sangre). Estas últimas son una adaptación posterior de la frase griega a la variante τοῦ κυρίου. De esta manera, resulta la siguiente traducción:

Sagrada Biblia Nácar-Colunga (BAC, Madrid, 52ª edición 1995):
para apacentar la Iglesia de Dios, que El adquirió con su sangre.

La Biblia de las Américas (The Lockman
Foundation, La Habra, 1997):
para pastorear la iglesia de Dios, la cual El compró con su propia sangre.

Esta versión ofrece aquí la siguiente nota a la palabra "Dios":
Algunos mss. antiguos dicen: del Señor

Los que vierten así esta frase, no siguen literalmente ni el texto académico griego, como el que ofrece NA28, que sería:
la iglesia de Dios, la cual adquirió por medio de la sangre de la suya propia [o: del suyo propio]

Ni tampoco siguen el Textus Receptus, que leería así:
la iglesia de Dios, la cual adquirió por medio de su propia sangre

Estas versiones añaden el pronombre "El", que en esta lectura provoca ambigüedad en el significado del versículo. 

¿A quién se refiere este pronombre? ¿A Jesucristo? ¿A Dios? ¿Tiene Dios sangre? El contexto bíblico responde con claridad a esta pregunta en Juan 4:24 (LBLA): "Dios es espíritu".

En fin, concluyamos indicando que la respuesta a la pregunta del principio (¿con la sangre de quién?) se responde también con exactitud en Apocalipsis 5:9 (RV60) (énfasis mío):
y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;

Este pasaje aclara completamente el sentido de Hechos 20:28: La sangre del Cordero, Jesucristo, compró o redimió a la Iglesia para Dios (cf  Hebreos 9:11-14, 24-26).

Génesis 1:2 ¿Es el espíritu de Dios su "fuerza activa"?

La versión de la Biblia llamada Reina-Valera revisión de 1960 (RV60) traduce así Génesis 1:2
Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.

Muchos usuarios de esta revisión suelen ser muy críticos con las versiones que traducen de una manera diferente este versículo. Por ejemplo, la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras revisión del 1987, publicada por los Testigos Cristianos de Jehová, lo vierte así: 
Ahora bien, resultaba que la tierra se hallaba sin forma y desierta y había oscuridad sobre la superficie de [la] profundidad acuosa; y la fuerza activa de Dios se movía de un lado a otro sobre la superficie de las aguas.

Las críticas, en este caso, se suelen centrar en que en esta versión la palabra "Espíritu" se ha sustituido por "fuerza activa". Esto, acusan, se ha hecho para apoyar las enseñanzas de los Testigos de Jehová, quienes no creen que el espíritu santo de Dios sea una persona.

¿Tiene esta acusación alguna base? No, absolutamente ninguna. 
Veamos.

La palabra hebrea que se ha traducido Espíritu o fuerza activa es la misma: rúakj (7307).


El Diccionario Ilustrado de la Biblia (Caribe, Miami, 1977, pág. 208) define rúakj como aire en movimiento, viento o aliento.

El Léxico Hebreo-Español y Arameo-Español  de Pedro Ortiz (Sociedad Bíblica de España, Madrid, 1997) así:
aliento, respiración, soplo, viento, punto cardinal, espíritu, ánimo.

El Diccionario de hebreo bíblico de Moisés Chávez (Editorial Mundo Hispano, El Paso, 3ª edición 1997) ofrece las siguientes acepciones a esta palabra:



Y el Compendio del Diccionario Teológico del Nuevo Testamento (Libros Desafío, Grand Rapids, 2002) explica, en su página 859, lo siguiente acerca del significado de la palabra rúakj en el contexto de Génesis 1:2:



El Diccionario de idiomas bíblicos - hebreo de James A. Swanson (Lexham Press, 2014) define así la palabra hebrea rúakj (he destacado la primera acepción):




A la luz de las definiciones ofrecidas por estos diccionarios, no es extraño, pues, que la versión La Palabra (Sociedad Bíblica de España, Madrid, 2010) vierta rúakj elohim en Génesis 1:2 como "viento impetuoso", la Biblia Traducción Interconfesional (BAC/Verbo Divino/Sociedades Bíblicas Unidas, Madrid, 2008) lo haga "viento divino", El libro del Pueblo de Dios. La Biblia (San Pablo, Madrid, 24ª edición: Junio 2000) "soplo de Dios", la Biblia de Jerusalén (Desclée de Brouwer, Bilbao, 1998) "viento de Dios", la Biblia del Peregrino (Ega/Mensajero, Bilbao, 1995) "aliento de Dios" y su revisión La Biblia de nuestro pueblo (Misioneros Claretianos/Ediciones Mensajero, Bilbao, 2008) "soplo de Dios".

En las últimas ediciones de la Biblia Traducción Interconfesional (texto España) se han cambiado las introducciones a los libros de la Biblia y algunas notas, así como la traducción de 
rúakj elohim en Génesis 1:2, que ahora se vierte "viento impetuoso". También se ha cambiado la nota a este versículo que ofrecía la primera edición de esta versión publicada en 2008. La actual dice así:



La traducción al español de la Versión de los Setenta (LXX) llamada La Biblia griega - Septuaginta. I Pentateuco (Sígueme, Salamanca, 2008), vierte así esta parte de Génesis 1:2: "un hálito de Dios".

Hay muchas otras versiones en múltiples idiomas que traducen de una manera semejante a estas, ya sea en el texto principal o en las notas. Para entender el sentido que ofrecen estas versiones, es muy útil que tengamos en cuenta los siguientes comentarios del Diccionario Teológico Manual del Antiguo Testamento. Tomo II por E. Jenni y C. Westermann (Eds.) (Ediciones Cristiandad, Madrid, 1985, columnas 917 y 919). He dado énfasis con negrita y color rojo a algunas palabras:
   III. 1.  El significado básico de rūah es, simultáneamente, «viento» (III/2-6) y «aliento» (III/7-11), pero entendidos ambos no como algo que existe por naturaleza, sino como la fuerza que se produce en el golpe de respiración y de viento y cuyo origen y destino es enigmático. [...]
   2.  rūah como designación del viento es, necesariamente, algo que está en movimiento y que tiene la fuerza de poner otras cosas en movimiento. [...]
   Esto da luz para entender Gn 1,2. El verbo rḥp piel no expresa un primer acto creador; se utiliza porque, incluso en la descripción del «mundo antes de la creación», rūah es sencillamente impensable sin movimiento («y el viento impetuoso de Dios se movía sobre la superficie de las aguas»; Westermann, BK I, 107.147-150).
   b)  El viento no sólo se mueve, sino que también pone otras cosas en movimiento. Precisamente en esto se hace visible la fuerza misteriosa que actúa en él.


Así, las versiones que mostramos arriba, aunque usan las palabras viento o aliento, transmiten el mismo significado que fuerza activa, pues se refieren a fuerza o poder en acción, dinámica, "que no sólo se mueve, sino que también pone otras cosas en movimiento".

Con relación a esto, es muy interesante la nota de la Biblia de Jerusalén (Desclée de Brouwer, Bilbao, 1975) a Génesis 6:17, donde explica que la palabra hebrea ruaj en Génesis 1:2 y otros pasajes se refiere al "poder por el que Dios obra". Aquí pueden ver una foto de esta nota (énfasis mío):  



Probablemente estas alternativas de traducción tampoco gusten a algunos. Para estos, solo la Biblia que vierte rúakj elohim como "Espíritu de Dios", tal como lo hace RV60, es la que está correctamente traducida, pues coloca "Espíritu" con mayúscula, para indicar que se trata de la tercera persona de la Trinidad. Esta, suponen, es la traducción que procede de la Reforma Protestante, tal y como la vertieron Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera... Pero ¡ay! me temo que esto no es así.

Tanto Casiodoro de Reina como Cipriano de Valera vertieron así Génesis 1:2:


Esta imagen se ha tomado de la Biblia del Oso. Se puede observar la palabra espíritu en minúscula.

La revisión de Cipriano de Valera en la Biblia del Cántaro publicada en 1602 ofrece la misma traducción:



Así, tanto Casiodoro de Reina como Cipriano de Valera tradujeron la palabra espíritu con minúscula en Génesis 1:2, entendiendo que se refería al poder en acción de Dios, su fuerza activa. Y así lo hacen hoy otras versiones, como Reina-Valera revisada en 1995, Dios Habla Hoy, Traducción en lenguaje actual, Cantera-Iglesias, Nácar-Colunga, Biblia de Navarra, La Biblia. Latinoamérica, etc.


¿Quién hizo, entonces, el cambio en la Reina-Valera de "espíritu" a "Espíritu"? Necesariamente alguno de sus muchos revisores, anterior a Lorenzo Lucena, pues este publicó su revisión en Oxford en 1862  y, sin embargo, he podido localizar una edición de la Reina-Valera publicada en Londres en 1861 y ya tenía el cambio incorporado.


Volviendo al tema que nos ocupa, es perfectamente válido, entonces, traducir el hebreo rúakj elohim por "fuerza activa de Dios".


Veamos cómo define la palabra rúakj en el contexto de Génesis 1:2 la obra A Hebrew And English Lexicon Of The Old Testament de F. BrownS. R. Driver y C. A. Briggs (Oxford University Press, 1ª edición 1906, impresión de 1939; pág. 926, 1ª columna, en la acepción 9. e.):



Como pueden observar en la foto, este prestigioso léxico define rúakj como "energy of life" (español: energía de vida); también "vital power" (español: poder vital).

Examinemos, por último, algunos comentarios acerca del significado de la palabra rúakj en el Diccionario Enciclopédico de la Biblia (Editorial Herder, Barcelona, 1993, págs. 549-551). He dado énfasis con negrita y color rojo a algunas palabras:
2. AT. A) Para comprender bien la doctrina bíblica sobre el Espíritu de Dios hay que partir del sentido primitivo de rûaj, que significa «soplo», «viento» o «espíritu». El soplo, considerado como la fuerza vital, y el viento eran para los israelitas fuerzas misteriosas, poderosas, terribles (Ecl 11,5; Éx 15,8.10; 2Sam 22,16; 1Re 19,11; Is 11,4; 40,7; Job 38,24). Ahora bien, así como se habla del brazo de Yahveh (Is 51,5), de su mano (Éx 9,3; Dt 2,15), de su rostro (Gén 33,10), de sus narices (Éx 15,8), de su boca (Sal 33,6), también se habla de su aliento (Job 32,8; 33,4), de su fuerza vital o de su espíritu, todos ellos tan activos como el mismo Yahveh. [...]
a) El espíritu de Yahveh como fuerza activa para la salvación del pueblo [...]
B) El espíritu de Dios, ¿una hipóstasis? De todo lo dicho más arriba resulta que en el AT el Espíritu de Dios no se presenta como una persona, ni en el sentido escolástico de la palabra (ser individual que posee una naturaleza espiritual, intelectual), ni en el sentido semítico (ser autónomo que obra de manera independiente). Él es la fuerza con la que Yahveh interviene en la vida del hombre y no se distingue de Yahveh más que la mano o la boca de éste.

Para no alargarme no copiaré más de este diccionario, pero el artículo sobre el Espíritu de Dios es muy interesante, y los conceptos fuerza activa, poder activo referidos al espíritu de Dios, se repiten a lo largo de todo el artículo.

Una última referencia. En este caso una nota exegética de la Biblia del Peregrino preparada por Luis Alonso Schökel a Ageo 2:5 en la que se describe al "espíritu" de Dios como una "fuerza activa". Aquí pueden ver la foto (énfasis mío):




Por tanto, la traducción "fuerza activa de Dios" en Génesis 1:2 es erudita, exacta, precisa y transmite de una manera fácil de entender el significado correcto del texto bíblico.


. . . . . . . . . . . . .


El espíritu de Dios me hizo,
Y el soplo del altísimo me dio vida. 
Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su santo espíritu; por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos.
 Job 33:4Isaías 63:10 (Reina-Valera revisada en 1960, Sociedades Bíblicas Unidas)




¿Quién fue Hugues Oltramare?


¿Por qué es interesante saber la biografía de este personaje? Bueno, habría muchos motivos que mencionar.

Uno de ellos es que hay una obra de este autor, Le Nouveau Testament de Notre Seigneur Jésus-Christ (Gèneve y Paris, 1872), que se suele citar para apoyar la traducción de Juan 1:1 como "la Palabra era un dios", dado que Oltramare vertió Juan 1:1c como "la Parole était dieu", es decir, "la Palabra era dios". Al colocar la palabra dios en minúscula la tradujo como un nombre común, lo cual gramaticalmente es equivalente a usar el artículo indefinido un. Para una explicación detallada del sentido de esta traducción, vean la entrada de este blog titulada 
Hugues Oltramare explicando su traducción de Juan 1:1.



Ya existe una breve biografía de Oltramare en español en un sitio de Internet, por lo que no creo necesario transcribirla al completo aquí. Solo añadiré algunos datos y detalles de su pensamiento teológico.


Marc Jean Hugues Oltramare nació en Ginebra el 27 de diciembre de 1813 (o el 1 de enero de 1814). Estudió Teología en la Academia de Ginebra (1834-1838) 
y en las Universidades de Tubinga y Berlín (1840-1842). Consagrado en 1838, sirvió como pastor en Ginebra (1845-1854 y 1856-1881). Fue profesor de Teología Exegética del Nuevo Testamento, de Hermenéutica, de Introducción a la Biblia (lit. Isagogique) y de Arqueología en la Academia de Teología de Ginebra (universidad a partir de 1876) desde 1854 hasta 1891. Fungió como Moderador (1854, 1860, 1869) y Deán (1874-1880) de la Compañía de Pastores de Ginebra (Compagnie des Pasteurs de Genève). Se le nombró Doctor honoris causa en Teología  por la Universidad de Estrasburgo (1890) y Caballero de la Legión de HonorSe casó en septiembre de 1847 con Marie Charlotte (fallecida en 1862), hija del pastor Humbert-Godemar, luego en segundas nupcias el 1 de noviembre de 1864 con Josephe Marie Clotilde hija del pastor Ch.-Joseph Bedot. Oltramare falleció en Ginebra el 23 de febrero de 1891 a los 77 años. 

El Catalogue De La Bibliothèque Appartenat A La Compagnie Des Pasteurs [Catálogo de la Biblioteca perteneciente a la Compañía de Pastores] preparado por Auguste Bouvier y Henry Heyer (Geneve, 1896) alista varias de las obras de Hugues Oltramare e incluye la siguiente semblanza de este:



Está considerado como uno de los principales exégetas protestantes de lengua francesa del s. XIX. 

Su traducción del Nuevo Testamento (1872) combina rigor científico y claridad literaria, y es una obra maestra que se sigue publicando y distribuyendo, revisada, en la actualidad.

En 1877 se publicaron juntos el Nuevo Testamento de Oltramare y el Antiguo Testamento traducido por Louis Segond, formando la Biblia llamada Segond-Oltramare, que se ha publicado en múltiples ocasiones a lo largo de los años. Abajo podemos ver un ejemplar publicado en 1908:




La traducción de Oltramare se hizo muy popular. Sabemos que en las iglesias protestantes de la época, cuando un niño o una niña hacían la primera comunión se les regalaba un NT, como por ejemplo el de Oltramare. El ejemplar que yo mismo poseo está dedicado a una niña en su primera comunión. Cuando se producía un matrimonio, se regalaba a los novios una Biblia completa, como la Segond-Oltramare.




El texto del Nuevo Testamento de Oltramare se revisó en 1899 por un equipo formado por delegados de la Compagnie des Pasteurs de Genève y de la Société Biblique Protestante de Paris. La traducción de Juan 1:1c se cambió a:
La Parole était d’essence divine
[La Palabra era de esencia divina]

Después de esta revisión el NT de Oltramare continuó publicándose, solo o junto con el AT de Segond.



Esta es la imagen de una edición del NT de Oltramare de 1908.





Aquí una edición de 1929.



Este autor publicó otros libros, como la obra titulada Instruction Évangélique Sur Trois Questions: Qui Est Jésus-Christ? Qu'est-il Venu Faire? Que Faire Pour Être Sauvé? (Paris y Genéve, 1845) que dice mucho de la manera como Oltramare veía a Jesucristo. En la pág. 15 de esta afirma:
La Escritura nos enseña que Dios y Jesús son dos seres distintos, y que Dios es superior, no solamente en las diferentes fases de su existencia, sino incluso sin distinción de tiempos.
San Pablo nos dice, en relación a la existencia de Jesús, que él ha salido de Dios, y que él ha sido dado antes que el mundo fuera creado: Él es el primer nacido de toda la creación... él es antes que todas las cosas. Col., I, 15. Él es el comienzo de la creación de Dios, es decir, el primer creado, aquel por el que ha comenzado la creación de Dios. Apoc., III, 14. - También Jesús declara que Dios está por encima de él. Él dijo: Mi Padre es mayor que todos (Juan x, 29). Él dice con más precisión: Mi Padre es mayor que yo. Juan xiv, 28.
He procurado hacer una traducción muy literal del francés original. Por si desean hacer su propia traducción, les dejo la imagen de las págs. 15 y 16, de donde he traducido:



El examen de este libro es apasionante. Este pastor Reformado y futuro doctor en Teología y profesor de la Universidad de Ginebra enseña en esta obra que Jesús es una creación y que Jehová Dios (Oltramare usó el Nombre de Dios) es mayor, superior que su Hijo Único.


Más adelante iré añadiendo otras gemas (hay muchas más) que se encuentra en esta obra. Si saben algo de francés, y tienen tiempo, les animo a que la examinen ustedes mismos.


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Bibliografía:

La Bible en France et dans la francophonie. Histoire, Traduction, Diffusion por Frédéric Delforge (Publisud/Société Biblique Française, 1991, págs. 221, 223)


Para un listado de obras de Oltramare pinchar aquí.


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