Los llamados "Padres" de la iglesia y la interpretación/traducción de la Biblia

Es algo corriente en la actualidad el que ciertos usuarios de internet que se definen como "apologistas", tanto protestantes como católicos o de otras ideas, usen para apoyar sus argumentos los escritos de los llamados "Padres" de la iglesia. De esta manera dan la impresión de que otorgan inspiración divina a los escritos de estos "Padres", de los que hay varios tipos, como por ejemplo los llamados "Padres apostólicos", los "Padres apologistas", los "Padres orientales", etc. En realidad, los escritos de cualquiera de estos "Padres" de la iglesia solo tienen una autoridad humana, pues expresan la teología, la ideología o las formas de pensar de ciertos dirigentes de la cristiandad. En muchos casos sus escritos están basados en supersticiones o en sus propias creencias alejadas de las enseñanzas de la Biblia, por lo tanto no se pueden usar para apoyar doctrinas o enseñanzas cristianas. Repito: no son escritos inspirados, son las opiniones, creencias y enseñanzas de hombres tras la muerte de los apóstoles de Cristo, cuando se produjo la predicha apostasía (Hechos 20:29, 30; 2 Tesalonicenses 2:3). Ni siquiera el que la "tradición" achaque a algunos de ellos que fueran discípulos de cierto apóstol otorga inspiración, inerrancia o veracidad a sus escritos, pues el apóstol Pablo explicó que incluso de entre los ancianos que tenía delante y que eran sus discípulos, se levantarían "lobos feroces". Claro, tras mucho estudio y reflexión se pueden extraer de sus libros algún dato útil en sentido histórico pero no para apoyar doctrinas. Veamos un ejemplo de los gruesos errores y supersticiones de los llamados "Padres" de la iglesia.


Uno de los llamados "Padres apostólicos" es Clemente de Roma, de quien la "tradición" afirma que, supuestamente, fue discípulo del apóstol Pablo y obispo de Roma. En la llamada Carta primera de San Clemente a los corintios escribió el siguiente párrafo para probar la resurrección cristiana:




Así, como podemos leer arriba, para Clemente de Roma era un hecho la resurrección del ave Fénix en Arabia. Incluso consideraba que por medio de esa ave Dios mismo "manifiesta lo magnífico de su promesa". Sin embargo, esta ave legendaria, que supuestamente renacía de sus propias cenizas, no tenía ninguna relación con la adoración verdadera a Jehová, sino que se relacionaba con la adoración al Sol en el antiguo Egipto.

En conclusión, "tengan cuidado para que nadie los atrape con filosofías y razonamientos falsos y vacíos que están basados en tradiciones humanas, en las cosas elementales del mundo y no en Cristo" (Colosenses 2:8). Y las enseñanzas cristianas las encontramos en la Sagrada Escritura: "Toda la Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas y para educar de acuerdo con lo que está bien, a fin de que el hombre de Dios esté perfectamente capacitado y completamente preparado para realizar todo tipo de buenas obras" (2 Timoteo 3:16, 17).

Las fotos están tomadas de la obra Padres apostólicos por Daniel Ruiz Bueno (Biblioteca de autores cristianos [BAC], Madrid, 1993; 6ª edición [reimpresión])
 

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